El Presidente Nacional del PAN, Ricardo Anaya Cortés, consideró que la homologación del salario mínimo a 70.10 pesos en todo el país, es apenas un paso en la dirección correcta, pues aún es “a todas luces insuficiente” para que la familia de un trabajador cubra sus necesidades básicas.
“Es insuficiente porque el aumento es insustancial y sigue por debajo de la línea de pobreza. No hay ningún país en toda la OCDE que tenga un salario mínimo más bajo que México; y la diferencia con los países que ocupan los últimos lugares es enorme. Chile y la República Checa tienen un salario mínimo casi 5 veces mayor que el de México”.
El Presidente Nacional recordó que el PAN presentó la iniciativa de consulta popular sobre el salario digno, porque estaba consciente de la gravedad del problema. Alertó que a partir de 1981, a causa de las crisis económicas y la inflación que provocaron los regímenes del PRI, el salario en México ha perdido el 70% de su poder adquisitivo.
“En 1981 un salario mínimo alcanzaba para 10 despensas, ahora alcanza sólo para tres, lo que indica que perdió 70% de su poder adquisitivo”, recalcó.
Ricardo Anaya propuso seguir el rumbo que ya han adoptado otros países, como Estados Unidos, el cual realizó una propuesta para subir el salario mínimo de 7 a 10 dólares la hora, de manera progresiva en 3 años, e indexarlo con la inflación para que no pierda su poder adquisitivo.
Asimismo, puntualizó que continúa pendiente la desindexación del salario para desvincularlo como unidad de referencia, y garantizar que se fije conforme a los criterios establecidos por el Consejo Nacional de Evaluación de la Política de Desarrollo Social (CONEVAL).
“Es urgente que el salario mínimo se establezca sobre una línea de bienestar, basada en el valor de una canasta básica que tome en cuenta los hábitos y costumbres de las familias mexicanas, considere los cambios en la productividad, así como la capacidad de las empresas y de las unidades económicas”.
Por esta razón, el Presidente del PAN ha instruido a los legisladores panistas para retomar la minuta aprobada en la Cámara de Diputados el 10 de diciembre de 2014, sobre la desindexación del salario mínimo de tarifas y multas.
Finalmente, expuso que si el Gobierno mexicano está comprometido realmente a disminuir la desigualdad, el primer paso que debe dar es garantizarle a su población un salario justo y digno, que cubra sus necesidades de alimentación, salud y educación, pero también de transporte, cultura, actividades deportivas y recreativas.