La diabetes mellitus (DM) es una enfermedad determinada genéticamente, causando modificaciones en la estructura pancreática, en la cual el sujeto presenta alteraciones en el metabolismo de hidratos de carbono, de las proteínas y grasas, y una relativa o absoluta deficiencia de la secreción de insulina con grados variables de resistencia a ésta. Entre 85 y 90% de los pacientes con DM son diabéticos Tipo 2.
La diabetes es una enfermedad que entra en la categoría de enfermedades crónicas no transmisibles, es decir no existe una cura para la alteración de la producción de insulina, pero un control adecuado que incluya el tratamiento farmacológico (medicamentos orales, insulina), como el no farmacológico (tratamiento nutricio, actividad física, apoyo psicológico), puede fomentar el retardo o evitar la aparición de las múltiples complicaciones orgánicas que genera la enfermedad como la retinopatía, el pie diabético, la nefropatía entre otras. Para que todo esto se cumpla el paciente junto con el personal de salud deben establecer y fomentar el apego al tratamiento. Se define apego al tratamiento como la conducta del paciente que coincide con la prescripción médica, en términos de tomar los medicamentos, seguir las dietas o transformar su estilo de vida. El apego al tratamiento es importante para evaluar la evolución clínica, ya que una alianza terapéutica entre el paciente y el médico es necesaria para el éxito del tratamiento.
En la práctica clínica, nos encontramos con frecuencia con pacientes diabéticos que aunque aptos desde el punto de vista funcional tienen y revelan grandes dificultades en la gestión de la enfermedad, tanto en el tratamiento médico y autocontrol glicémico, como incluso en diferentes situaciones de vida (control de la alimentación), lo que conlleva a frustración social, sentimientos de culpa, auto desprecio y pérdida de autoestima y consecuentemente menor calidad de vida.
La diabetes mellitus es la típica enfermedad crónica que puede influenciar la calidad de vida, porque los tratamientos son incómodos y sus complicaciones pueden causar debilidad y disminución de las capacidades del individuo. El uso de hipoglucemiantes orales en donde las dosis no son adecuadas, los mitos que giran alrededor del uso de insulinas que limitan su correcta aplicación en especial en hábitos rurales y la falta de acceso a productos alimenticios afectan directamente al control glucémico y al apego al tratamiento. Otros de los factores asociados con no apegarse al tratamiento terapéutico, es el uso de plantas o productos de origen animal a los cuales les son atribuidas propiedades medicinales, suplementos y complementos no regularizados e inadecuados prometiendo beneficios inexistentes.
Es necesario enfatizar en el paciente la aceptación de su enfermedad e identificar los trastornos afectivos y de ansiedad que ello implica, ya que su manejo adecuado también se asocia con una mejoría en la calidad de vida y en el apego terapéutico. El personal de salud debe fomentar el autocuidado del paciente con diabetes, asesorando e informando oportunamente sobre su padecimiento y creando un programa con metas a corto y mediano plazo, debe ser apoyado también por su núcleo familiar implementando estilos de vida saludables y creando dinámicas incluyentes que puedan reforzar la autoestima del paciente y pueda generarse el apoderamiento de su enfermedad.
El autor es profesor de la Universidad Iberoamericana Puebla.
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Dependiendo de la dosis recomendada, 1 sobre kamagra 100 mg es suficiente para 1-4 usos.