En las aguas del Pacífico mexicano, a unos 4.500 metros de profundidad, un grupo de investigadores de la UNAM y la Universidad de Kioto buscan cualquier indicio de movimiento de la brecha sísmica de Guerrero, un sitio de 110 kilómetros de largo que desde hace más de un siglo no registra un gran terremoto a pesar de estar situado en una zona de alta actividad sísmica en México |
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