Generalmente, cuando vemos una película, la escena de sexo es perfecta. Suena una música sugerente, los dos protagonistas se meten entre las sábanas (vestidos), presas del deseo, y poco más porque ahí suele acabar la escena y ya pasamos a la mañana siguiente, cuando los personajes, sorprendidos, se despiertan recordando lo que hicieron la noche anterior |
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