En un ataúd blanco, llegó el cuerpo de Aideé a la Novena Sección del barrio Las Cruces, municipio de Huatlatlauca en Puebla, cobijada por familiares y amigos que llegaron a bordo de autobuses desde la Ciudad de México.
La estudiante de 18 años baleada en un costado del tórax mientras se encontraba en clases, regresó a la humilde casa de adobe, de donde salió en compañía de sus padres rumbo a la capital del país para buscar un mejor nivel de vida, sin saber que su existencia terminaría justo al iniciar su edad adulta.
En este rancho Baixtla, de apenas 10 viviendas de la comunidad de Tempexquixtla, los deudos revelan que Aidéé será sepultada este jueves.
En tanto, a las dos de la tarde, en una capilla pintada de color vino, la exestudiante del CCH Oriente es despedida por la familia Mendoza y parientes, quienes tuvieron que recorrer caminos pavimentados y de terracería por más de cinco horas para llegar a este lugar.
Entre la gente que participa en las pompas fúnebres no hay ganas de hablar y cuando lo hacen se escucha una demanda de justicia a las autoridades capitalinas y una explicación sobre este crimen.
Fuente: Excélsior