Conciliar el sueño es una de las tareas más complicadas para una gran comunidad de personas. Cuando se acerca la noche, el temor a no ser capaz de dormir o a desvelarse puede llegar a suponer un auténtico problema para esa parte de la población que son búhos nocturnos. Más aún, cuando acechan constantemente nuestros pensamientos generando estrés y ansiedad que no siempre se manifiestan en nuestro comportamiento.
Si bien los consejos para dormir bien son infinitos, implementarlos debe ser una obligación para las personas a las que les cuesta dormir bien. Desde desconectar los dispositivos digitales con conexión a Internet en cuanto llega la noche, hasta realizar ejercicio para desprender la adrenalina durante el día o evitar las siestas de la tarde.
Pero si a pesar de seguir estos trucos los problemas de sueño todavía perduran y la cabeza piensa más de noche que de día, existen todavía más métodos con los que paliar este problema.
Por un lado, es necesario tener la cama limpia y despejada: sin juguetes y sin dispositivos. El entorno, además, debe ser idóneo para favorecer el sueño por lo que si necesitas luz, que sea tenue y cálida. También un baño antes de dormir ayuda a conciliar el sueño así como la lectura o tomarse una bebida caliente sin cafeína antes de tumbarse.
Muy importante es, además, evitar mantener las conversaciones complicadas sobre asuntos preocupantes antes de dormir por lo que se recomienda agendarlas para el día siguiente, ya no solo por la incapacidad de dormir a buena hora, sino también por la sensación de angustia que produce al despertarse por la mañana ya que, una noche sin dormir puede llegar a condicionar hasta una semana al completo.
Otra de las alternativas tendencia del momento para conciliar el sueño es la meditación. Realizar prácticas de respiración para relajar el cuerpo y la mente puede llegar a generar tu bienestar al completo, pero si incluso de esta manera tampoco consigues cerrar los ojos y evadirte, tan solo te queda una opción: escribir tus pensamientos, a modo de desahogo, en una libreta. Exteriorizar las emociones puede llegar a eliminarnos o a reducir la importancia que le damos a las mismas. Ya sabes: prueba los métodos y escoge el que mejor funcione.
Fuente: Bazaar