Infosalus dio a conocer que un equipo de investigación de la Universidad de Colonia y las Universidades de Mannheim y Heidelberg (Alemania) ha descubierto que incluso una mínima cantidad de alcohol altera permanentemente la morfología de las neuronas.
En particular, han demostrado en su estudio, publicado en la revista científica 'Proceedings of the National Academy of Sciences', que el alcohol influye en la estructura de las sinapsis y en la dinámica de las mitocondrias, las centrales eléctricas de la célula.
Utilizando el sistema modelo genético de la mosca de la fruta 'Drosophila melanogaster', los investigadores demostraron que los cambios en la migración de las mitocondrias en las sinapsis reducen el efecto gratificante del alcohol. Estos resultados sugieren que incluso un único consumo puede sentar las bases de la adicción al alcohol.
La mayoría de las investigaciones científicas han examinado los efectos del consumo crónico de alcohol en el hipocampo, el centro de control de nuestro cerebro. Por ello, se sabe poco sobre las interacciones neuronales agudas de los factores de riesgo críticos, como una primera intoxicación alcohólica a una edad temprana.
"Nos propusimos descubrir los cambios moleculares dependientes del etanol. Éstos, a su vez, constituyen la base de los cambios celulares permanentes que se producen tras una única intoxicación aguda de etanol". Los efectos de una única administración de alcohol se examinaron a nivel molecular, celular y de comportamiento", explica Henrike Scholz, uno de los líderes de la investigación.
La hipótesis de trabajo era que, de forma similar a la formación de la memoria tras una única lección, una única administración de etanol formaría una asociación positiva con el alcohol.
El equipo puso a prueba su hipótesis mediante investigaciones en moscas de la fruta y modelos de ratón, y descubrió cambios inducidos por el etanol en dos áreas: la dinámica mitocondrial y el equilibrio entre las sinapsis de las neuronas.
Las mitocondrias suministran energía a las células, especialmente a las nerviosas. Para suministrar la energía de forma óptima a las células, las mitocondrias se mueven. El movimiento de las mitocondrias se vio alterado en las células tratadas con etanol. También se alteró el equilibrio químico entre ciertas sinapsis.
Estos cambios fueron permanentes y se confirmaron mediante cambios de comportamiento en los animales: Los ratones y las moscas de la fruta mostraron un mayor consumo de alcohol y una recaída en el alcohol más adelante.