Univisón informa que la Organización Mundial de la Salud (OMS) ha descartado, por el momento, clasificar el brote de viruela del mono como una emergencia de salud pública de importancia internacional. Es el nivel de alerta mundial más elevado, una distinción que exhiben el covid-19 y el polio.
Desde el 6 de mayo hasta el 22 de junio de 2022 han sido confirmados más de 3,300 casos de viruela del mono en al menos 42 países diferentes. La enfermedad es endémica en países de África occidental y central, y hasta ahora los casos confirmados fuera de estas regiones habían estado asociados a importaciones desde zonas endémicas. Ahora la situación es diferente, por lo que el brote es considerado inusual y preocupante.
Por esa razón, los esfuerzos internacionales se han centrado en secuenciar al virus causante del brote, para caracterizar al patógeno, identificar el origen, rastrear la distribución, analizar la diversidad genética, orientar el diagnóstico, dirigir la investigación, evaluar la dinámica viral y conocer la trayectoria evolutiva del patógeno, entre otras facetas.
Pertenece al clado 3, de baja letalidad
Los resultados obtenidos han confirmado que todas las cepas del brote actual se agrupan estrechamente y que pertenecen al clado 3 de virus de la viruela del simio.
El clado 3, al igual que el clado 2, está incluido en el linaje anteriormente denominado “África occidental”. El virus de la viruela del simio de los clados 2 y 3 es notificado con mayor frecuencia en zonas que van desde el oeste de Camerún hasta Sierra Leona. Por lo general, tiene una tasa de letalidad inferior al 1%.
En contraste, los virus del clado 1, anteriormente designados como linaje “África central”, son más agresivos y alcanzan una tasa de letalidad superior al 10%
El rápido aumento de casos resulta inquietante. El agrupamiento sólido de las secuencias sugiere que el brote en curso tiene un único origen inicial. La transmisión silenciosa de persona a persona no parece factible, considerando las características conocidas de la enfermedad, que generalmente involucra lesiones cutáneas localizadas o generalizadas en las personas afectadas. Tampoco parece probable la transmisión críptica en un huésped animal en un país no endémico.
Sin embargo, cabe la posibilidad de que el desbordamiento veloz y la magnificación de la enfermedad haya ocurrido mediante eventos superpropagadores, cómo pueden ser reuniones sociales masivas con encuentros sexuales multitudinarios.