El estrés y las emociones fuertes pueden presentarse con síntomas respiratorios, como dificultad para respirar y respiración rápida, ya que las vías respiratorias entre la nariz y los pulmones se contraen.

De acuerdo con la Asociación Americana de Psicología (APA), el estrés afecta a todos los sistemas del cuerpo, incluidos los sistemas musculoesquelético, respiratorio, cardiovascular, endocrino, gastrointestinal, nervioso y reproductivo.

El magazín El Mundo Deportivo, en su sección de salud y bienestar, señala que para las personas que no tienen una enfermedad respiratoria, no supone un problema, pero los factores de estrés psicológico pueden exacerbar los problemas respiratorios en personas con enfermedades respiratorias preexistentes, como el asma y el EPOC.

Si las personas sufren de una enfermedad pulmonar, podrían tener más probabilidades de experimentar problemas de salud mental, además de los síntomas físicos.

En concreto, las que sufren de enfermedad pulmonar obstructiva crónica (EPOC), tienen un mayor riesgo de depresión, estrés y ansiedad. Estar estresado o deprimido puede empeorar los síntomas de EPOC y hacer más difícil cuidar de sí mismo, según el portal especializado en salud Medline Plus.

La visión borrosa se puede generar por el abuso de las pantallas, el estrés o la falta de sueño, así lo explica el oftalmólogo Carlos Lisa Fernández. Foto: Getty images.

El estrés afecta a todos los sistemas del cuerpo, incluidos los sistemas musculoesquelético, respiratorio y cardiovascular. Foto: Getty images. - Foto: Foto: Getty images.

La EPOC y sus emociones

Sufrir esta enfermedad puede afectar el estado de ánimo y las emociones por varias razones:

Dificultad para dormir.

Sentir vergüenza o culparse por tener EPOC.

Estar aislado de los demás porque es difícil salir a hacer cosas.

Los problemas respiratorios pueden ser estresantes y atemorizantes.

No hacer todas las cosas que solía efectuar anteriormente.

Realizar las cosas más lentamente que antes.

Sentir cansancio.

Todos estos factores pueden hacer sentir a las personas estresadas, ansiosas o deprimidas.

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Además, las personas con EPOC que estén deprimidas pueden sufrir recaídas de esta enfermedad y posiblemente tengan que ir al hospital con más frecuencia.

La depresión agota su energía y motivación. Por eso, cuando se sienten deprimidos tienen menos posibilidades de:

Seguir su plan de tratamiento.

Descansar lo suficiente. O bien, puede llegar a descansar demasiado.

Comer bien y hacer ejercicio.

Tomar sus medicamentos como se lo indicaron.

Si bien, el estrés es un desencadenante conocido de la EPOC, cuando la persona se siente estresada y ansiosa, quizás respira más rápido, lo cual puede hacerla sentir con falta de aliento.

¿Cómo manejar el estrés y evitar la depresión?

Identificar a las personas, lugares y situaciones que causan estrés: conocer lo que causa estrés puede ayudar a evitarlo o manejarlo.

Intentar evitar las situaciones que provocan ansiedad: Por ejemplo, No pasar tiempo con personas que lo estresen. En vez de esto, busque personas que le enseñen y lo apoyen. Vaya de compras durante horas más tranquilas, cuando hay menos tráfico y menos gente alrededor.

No asumir demasiadas responsabilidades: cuidarse, dejando que las cosas sigan su camino y aprendiendo a decir no.

Practicar ejercicios de relajación: la respiración profunda, la visualización, abandonar los pensamientos negativos y los ejercicios de relajación muscular son todas formas simples para liberar tensión y reducir el estrés.

Involucrarse: No aislarse. Hacer tiempo cada semana para pasar un rato con amigos o asistir a eventos sociales.

Practicar hábitos positivos de salud diariamente: levantarse y vestirse todas las mañanas. Mover el cuerpo todos los días. El ejercicio es uno de los mejores eliminadores del estrés y estimuladores del estado de ánimo. Consumir una dieta saludable y dormir bien todas las noches.

Expresar las cosas: compartir los sentimientos con amigos y familiares de confianza. No guardarse las cosas.

Seguir el plan de tratamiento: cuando la EPOC está bien manejada, se tiene más energía para las actividades.