Según el organismo de la ONU, a finales de 2021 se habían producido 14.9 millones de muertes asociadas al Covid-19. El recuento oficial de muertes directamente atribuibles al Covid-19 y comunicadas a la OMS en ese periodo, desde enero de 2020 hasta finales de diciembre de 2021, es de algo más de 5.4 millones.
Las cifras de exceso de mortalidad de la OMS reflejan a las personas que murieron a causa del Covid-19, así como a las que perecieron como resultado indirecto del brote, incluidas las que no pudieron acceder a la atención sanitaria por otras afecciones cuando los sistemas se vieron desbordados durante las enormes oleadas de infección.
También tiene en cuenta los decesos evitados durante la pandemia, por ejemplo, debido al menor riesgo de accidentes de tráfico durante los confinamientos.
No obstante, las cifras también son mucho más elevadas que el recuento oficial debido a las muertes obviadas en los países que no informaron adecuadamente. Incluso antes de la pandemia, alrededor de seis de cada 10 muertes en todo el mundo no se registraron, señaló la OMS.
El informe señala que casi la mitad de las muertes que hasta ahora no se habían contabilizado se produjeron en India. El estudio sugiere que 4.7 millones de personas murieron allí como resultado de la pandemia, sobre todo en mayo y junio de 2021.
Otros modelos también llegaron a conclusiones similares acerca de que el número de muertos a nivel mundial es muy superior a las estadísticas registradas. A modo de comparación, se cree que unos 50 millones de personas murieron en la pandemia de gripe española de 1918 y 36 millones a causa del VIH desde que comenzó la epidemia en los años 80.
Samira Asma, subdirectora general de la OMS para datos y análisis, que codirigió el proceso de cálculo, dijo que los datos son la "sangre vital de la salud pública" necesaria para evaluar y aprender de lo ocurrido durante la pandemia, y pidió más apoyo para que los países mejoren los informes.
"Se desconocen demasiadas cosas", dijo a los periodistas en una rueda de prensa.
Fuente: El Economista