La vacuna contra el COVID-19 desarrollada por AstraZeneca y la Universidad de Oxford provoca una respuesta inmunitaria entre las personas mayores, especialmente vulnerables al virus, según datos publicados el jueves que confirman lo adelantado en octubre.
Estos resultados intermedios corresponden no obstante a una fase de desarrollo menos avanzada (llamada fase 2) que los anunciados en estos últimos días por los fabricantes BioNTech/Pfizer y Moderna.
Estos últimos aseguraron que su vacuna es eficaz en 95% y 94,5%, respectivamente, basándose en resultados de la tercera y última fase de sus ensayos clínicos.
Las conclusiones de la fase 2 del proyecto de AstraZeneca y Oxford fueron publicados el jueves por la revista médica The Lancet.
La vacuna provoca entre las personas mayores de 56 años una respuesta inmunitaria idéntica a la que suscita entre los más jóvenes (18-55 años).
Como recuerda The Lancet, "los más mayores tienen un riesgo más elevado de desarrollar una forma grave de covid-19 y es por tanto esencial que una vacuna destinada a luchar contra esta enfermedad sea eficaz para este grupo de población".
“La respuesta inmunitaria que provocan las vacunas es habitualmente menos fuerte entre los más mayores puesto que el sistema inmunitario se debilita gradualmente con el tiempo", explica el doctor Andrew Pollard, uno de los responsables del ensayo de la Universidad de Oxford.
Los investigadores admiten no obstante que su estudio tiene sus límites puesto que la edad media del grupo de participantes más mayores fue de 73-74 años y pocos tenían problemas de salud.
“Por tanto podrían no ser representativos del conjunto de la población más anciana, como los que viven en residencias o tienen más de 80 años", según The Lancet.