El Sindicato Nacional de Trabajadores de la Educación (SNTE) celebró su 75 aniversario en el zócalo, pero al acto no llegó el secretario de Educación, Esteban Moctezuma.

Su dirigente Alfonso Cepeda Salas hizo un reconocimiento al gobierno del presidente Andrés Manuel López Obrador por la aprobación de la reforma educativa y sus leyes secundarias, y expresó su respaldo a las transformaciones emprendidas para mejorar las condiciones de vida de los mexicanos.

A su vez, el titular de la Unidad de Administración y Finanzas de la SEP, Héctor Martín Garza González, manifestó su reconocimiento “a quienes le han dado rostro y sentido social a la educación”, y comentó que están equivocados quienes creen que la alianza del magisterio con la Cuarta Transformación es reciente.

Sostuvo que quienes dicen que la autoridad está al servicio del magisterio, “no conocen” la nueva Ley General de Educación ni sus leyes reglamentarias, porque el magisterio camina hoy al lado del presidente de la República y no atrás, ni adelante, para dar a la educación un nuevo rostro y sentido social.

Al asistir en representación del titular de la SEP, Esteban Moctezuma Barragán, ante miles de integrantes del SNTE que se dieron cita en el Zócalo capitalino, Garza González subrayó que el gobierno de Andrés Manuel López Obrador los quiere a su lado para poner en marcha la nueva revolución de conciencias que requiere el país.

Les pidió acompañarlo al encuentro de las comunidades indígenas que requieren educación, y les hizo ver que habrá recursos directos para las escuelas que así lo requieran, sin intermediarios, a través del programa La Escuela es Nuestra.

Al retomar la palabra, Alfonso Cepeda dijo que este es el “verdadero magisterio nacional”, el que da prestigio a la labor educativa en todo México y celebró que desde hace 25 años, la Organización Internacional del Trabajo (OIT) y la de las Naciones Unidas para la Educación, la Ciencia y la Cultura (Unesco) hayan declarado el 5 de octubre como el Día Mundial de los Docentes.

Anunció que a la vez de acompañar los objetivos de la Cuarta Transformación, el SNTE emprenderá su propio proceso de cambio verdadero, en la forma de hacer sindicalismo, que sea reivindicativo y centrado en la defensa de los trabajadores.

Mencionó que los enemigos de la educación pública quieren ver un SNTE dividido, pero se quedarán con las ganas, porque será un sindicalismo participativo, verdaderamente autónomo, transparente y llevará entre sus banderas la igualdad sustantiva, y el rechazo al abuso, discriminación y violencia contra las mujeres.

Un sindicalismo, resaltó, al servicio del pueblo, aliado de las instituciones y que impulse una sociedad igualitaria e incluyente.