El presidente Andrés Manuel López Obrador aclaró que la ley de amnistía que propone es para la gente más humilde, no para quienes cometieron delitos de sangre o de violencia.
Al sacar un pañuelo blanco, el jefe del ejecutivo dijo que no habrá impunidad y precisó que la iniciativa de ley de amnistía es para aquellos campesinos, luchadores sociales y gente humilde que no cometieron delitos graves y que, sin embargo, se encuentran en la cárcel.
“La iniciativa es para que salgan más con menos delitos y más gente humilde. No hay impunidad, ya se termina, ya no hay corrupción ni impunidad arriba. Ya lo puedo decir, la casa se barre de arriba hacia abajo como las escaleras”, afirmó.
Al referirse a la propuesta de ley que envió a la Cámara de Diputados el pasado 15 de septiembre, advirtió que se trata de dejar en libertad a indígenas, mujeres, ancianos, que no tuvieron una defensa adecuada, a quienes no se les asistió, no se les ayudó.
Precisó que dicha ley solo se aplicará a los victimarios si los familiares de las victimas lo autorizan.
La amnistía, insistió, es el final del proceso de pacificación el cual va por etapas, la primera de ellas es atender a los afectados, dar oportunidad de empleo y educación a los jóvenes y desplegar la Guardia Nacional en todos los lugares del país donde se necesiten. Pero aclaró que aún no hay suficientes elementos para responder a la demanda en algunos estados.
En este contexto, en una parte de la conferencia que duró más de hora y media, López Obrador habló de que no se debe permitir la corrupción en los encargados de la justicia, pero que esa es una decisión autónoma del poder judicial y que debe llevar a cabo el Consejo de la Judicatura.
“Que se respeten los derechos humanos, que el Estado deje de ser el principal violador de los derechos humanos”, sostuvo el primer mandatario al externar su confianza al presidente de la Suprema Corte de Justicia de la Nación, el ministro Arturo Zaldívar.
Fuente: Apro