Tras ser cuestionado si temía por su vida, por represalias por el combate al robo de combustible, sus estrategias anticorrupción y primeras decisiones como presidente, que podrían afectar a los intereses de otros, el titular del Ejecutivo Federal, Andrés Manuel López Obrador respondió que tiene miedo, pero no es cobarde.
“El que lucha por la justicia no tiene nada que temer, es lo que puedo contestar. Soy un ser humano, tengo miedo como todos los seres humanos, pero no soy cobarde”, afirmó desde Palacio Nacional.
Señaló que después de resolver el problema del robo de combustibles pasarán a otros asuntos, pero “uno por uno”.
La mañana de este lunes el presidente dijo que se siente respaldado por la gente en su plan de combate al “huachicol” y que no cederán hasta terminar con este problema.
El mandatario precisó que el ducto de Tuxpan-Azcapotzalco “estaba tomado”, por lo que se tuvo que cerrar y vigilar porque asegura que sufría un acto de sabotaje a diario, pero que ya está funcionando desde el viernes a las 11 de la noche, por lo que comenzará a regularizarse el abasto de gasolina.
Además, informó que se reabrirá 7 ductos más de Pemex, pero seguirá el acopio de pipas y analizarán la posibilidad de transportar combustible en ferrocarril.
Al brindar un balance de las acciones del gobierno en contra de la ordeña de combustible, el encargado de despacho de la Procuraduría General de la República (PGR) Alejandro Gertz Manero adelantó que ya se judicializó el caso de 3 altos funcionarios de PEMEX, aunque no dio más datos para no incurrir en violaciones al debido proceso.
Informó que ya se han iniciado mil 700 carpetas de investigación, y se han asegurado 4.5 millones de barriles que ya han sido incorporados al patrimonio de Pemex.