Histórico e irónico: Olga María del Carmen Sánchez Cordero Dávila, la mujer que como ministra de la Suprema Corte de Justicia de la Nación (SCJN) salvó de ser juzgado en 2007 con su voto al ex gobernador Mario Plutarco Marín Torres, empujó el desechamiento del caso y desestimó la violación a las garantías individuales de Lydia María Cacho Ribeiro, hoy encabezó como secretaria de Gobernación de la administración lopezobradorista la ceremonia de “Reconocimiento del Estado Mexicano y Disculpa Pública a la Periodista y Defensora de Derechos humanos”, por “la violación a sus derechos humanos y su libertad de expresión”.
En una inusitada coincidencia, Sánchez Cordero, quien era integrante de la Sala Superior de la SCJN cuando se analizó el caso de la aprehensión ilegal y tortura de la autora de “Los Demonios del Edén” en diciembre de 2005 -tema que estalló públicamente el 14 de febrero de 2006, al darse a conocer conversaciones de esta conspiración entre el entonces mandatario poblano y el empresario textilero José Kamel Nacif Borge- se vio obligada a encabezar esta parte de la reparación del daño a Cacho, tras la resolución emitida el 31 de julio de 2018 por la Comité de Derechos Humanos de la Organización de las Naciones Unidas (ONU).
El litigio para llegar a este punto, fue entablado por la periodista y la organización Artículo 19, en el año 2014, luego de que las instancias mexicanas sepultaron su caso desde 2007, cuando la SCJN exoneró a Marín Torres.
En aquel 2005, Cacho Ribeiro fue aprendida por gentes de la Procuraduría General de Justicia del estado de Puebla (hoy Fiscalía), por una demanda de daño moral por el libro “Los Demonios del Edén. El poder que protege a la pornografía infantil” (2004), en el que Cacho vincula al textilero de origen libanés Nacif, quien no enfrentó ningún castigo jurídico, con una red de pederastia que encabezaba el libanés naturalizado mexicano Jean Thouma Hannah Succar Kuri, quien está preso y con una condena de 112 años de prisión, por los delitos de pornografía infantil y corrupción de menores.
EL PAPEL DE OLGA
El voto de Sánchez Cordero, junto con el de su entonces compañera ministra, Margarita Beatriz Luna Ramos, fueron definitivos para que el 29 de noviembre de 2007, la SCJN determinara que no hubo violación grave a las garantías individuales de la periodista Cacho Ribeiro y así exoneró al entonces gobernador de Puebla, el priísta Mario Plutarco Marín Torres, de toda acusación en este caso y evitó que fuera desaforado para ser luego juzgado por tortura y detención arbitraria.
Aunque el actual gobierno del presidente Andrés Manuel López Obrador nada tuvo que ver en este tema, la disculpa la emite en calidad de representante en turno del Estado Mexicano, pero con la irónica coincidencia de que una de las protagonistas del caso que data de hace poco más de 13 años, tuvo que encabezar el acto y solicitar de propia voz la disculpa.
NUNCA MÁS TORTURA
Este jueves, en la sede de la Secretaría de Gobernación, Olga María del Carmen Sánchez Cordero Dávila aseguró a Cacho que “nunca más en esta Secretaría de Gobernación, la represión a la libertad de expresión ha de tener cabida”.
En su discurso, la ministra en retiro realizó el recuento del caso y hasta hizo referencia al compromiso incumplido del entonces presidente Vicente Fox Quesada, de respetar la libertad de expresión, en el lejano 2005.
“A 13 años de este lamentable suceso, estamos aquí, siendo consecuentes como gobierno, con nuestra historia, con las omisiones y errores del pasado.
“Hoy estamos aquí para ofrecer disculpas a nombre del Estado Mexicano a Lydia Cacho, pero también para reiterar que el Gobierno de la República, de Andrés Manuel López Obrador, no estará supeditado a intereses particulares; que el poder político y el poder público no estarán subordinados al poder económico, y para enfatizar que estaremos protegiendo a quienes con su pluma o con su voz denuncien cuando la dignidad humana corra peligro o cuando el silencio sea cómplice d ella injusticia”, dijo Sánchez Cordero y Dávila.
FALTAN MÁS BAJO JUICIO
En tanto, Cacho, quien comenzó su intervención al exponer una grabación del extracto de las llamadas entre Marín y Nacif, en la que acuerdan encarcelarla y “darle un coscorrón a esta vieja cabrona”, dijo que la disculpa es apenas “el primer paso de la reparación intelectual, (pues) queremos a todos y cada uno de los autores intelectuales bajo juicio”.
Llamó también al gobierno lopezobradorista a cumplir con su obligación de generar un verdadero estado de derecho y “no crear realidades alternativas y complacientes”, dijo en la ceremonia en la que estuvieron presentes su familia y el Cuauhtémoc Cárdenas Solórzano, ex candidato presidencial, entre otros.
También participó a la voz el subsecretario de Derechos Humanos de la Secretaría de Gobernación, Alejandro Encinas Rodríguez, quien ofreció en primer término la disculpa pública institucional y dijo que “asumimos la responsabilidad del Estado sobre los hechos ocurridos hace más de 13 años; el país ha cambiado, el gobierno ha cambiado”.