Al enfatizar que los gobiernos deben ser sobrios y cuidadosos, el gobernador Miguel Barbosa Huerta afirmó que el poder no puede devorar a los servidores públicos y que estos deben entender que el ejercicio de su función está normado en la ley.

En ese sentido, el mandatario manifestó que la obligación del Gobierno del Estado es mantener una convivencia entre autoridades y la población, así como atender aquellos casos en los que se señalen posibles excesos por parte de las y los gobernantes.

Apuntó que, ante el cambio de autoridades municipales, las decisiones deben darse con prudencia y en consenso entre las y los alcaldes que están por concluir sus gestiones con quienes iniciarán funciones a partir del 15 de octubre.

Finalmente, Barbosa Huerta comentó que su administración no solo suspendió la tala de palmeras en la capital, sino que investigará si esta acción está sustentada en daños a las especies o si solo fue una determinación justificada en términos de imagen o de obra pública.