El gobernador Miguel Barbosa Huerta dejó en claro que Fernando Manzanilla, quien fungió como secretario general de Gobierno en el morenovallismo, deberá rendir cuentas por el caso de la partida secreta.
Comentó que el caso no se ventilará en los medios de comunicación pero el personaje en mención deberá aclarar a qué se destinaron más de 241 millones de pesos.
“Él (Manzanilla), es el que tiene que dar cuentas sobre cómo se gastó el monto de la partida secreta, él tiene que acreditarlo, lo demás es otra cosa, no vamos a ventilar en prensa los dichos del señor, él y no su administrativo tiene que rendir cuentas”.
El pasado lunes el mandatario confirmó la investigación a ex funcionarios de gobernación en Puebla, quienes por muchos años hicieron uso de estos recursos.
Cuatro ex titulares de la entonces Secretaría General de Gobierno (SGG) –hoy de Gobernación– y seis de Finanzas y Administración (SFA) del estado de Puebla están involucrados en el manejo irregular de 241 millones 89 mil 406.93 pesos, de una partida considerada “secreta”, por las opciones flexibles de justificación de gastos que tenía, lo que también permitió un manejo abiertamente discrecional de esta descomunal cantidad de dinero.
Desde mayo de 2013 hasta julio de 2019, ministraciones millonarias, a gusto y a petición de los entonces jefes de gabinete, fueron entregadas, pero sin que de su aplicación haya “evidencia justificativa”.
La actual administración presentó una denuncia ante la Fiscalía Especializada de Combate a la Corrupción de la Fiscalía General del Estado (FGE) por el grave “daño patrimonial” a la hacienda del estado de Puebla.