Personas jubiladas y aquellas que realizan trabajo no remunerado, como amas de casa, representan el 40% de los fallecimientos registrados en México a causa del COVID-19. Así lo muestra el estudio Mortalidad por COVID-19 en México. Notas preliminares para un perfil sociodemográfico , del académico Héctor Hernández Bringas, del Centro Regional de Investigaciones Multidisciplinarias (CRIM), de la UNAM.
El estudio fue publicado en junio y su intención es señalar aspectos sociodemográficos de la epidemia. Al momento en el que este informe fue elaborado, México registraba 9,044 defunciones por COVID-19. Hasta este jueves, suma 32,796 y está entre los primeros cinco países del mundo en este rubro. De acuerdo con el estudio, el 40% de las personas que han fallecido a causa del virus SARS-CoV-2 corresponde a amas de casa o a personas que realizaban trabajo no remunerado (28%), así como a jubilados o pensionados (12%). Además de estos dos sectores, entre las víctimas mortales de la epidemia destacan: El estudio destaca el porcentaje de empleados públicos que han fallecido, pues sus actividades presenciales se frenaron desde marzo. Sin embargo, señala que algunos de estos casos pueden corresponder a las defunciones de empleados del sector salud (149 registradas hasta el 20 de mayo, según informes de la Secretaría de Salud).
Los funcionarios y directivos de más alto nivel, así como las personas dedicadas al arte y los espectáculos, registraron 0% de las defunciones. La UNAM indica que 71% de las víctimas mortales por COVID-19 tenía una escolaridad de primaria o inferior (estudios básicos incompletos o sin escolaridad). Mientras tanto, 15.7% corresponde a personas con estudios medios (bachillerato), y 13%, a personas con estudios superiores. Por género, el COVID-19 ha afectado principalmente a hombres, pues 6,038 han perdido la vida. La cifra de mujeres fallecidas era, hasta mayo, de 2,844, según el estudio. Por rango de edad, el 71% de los hombres fallecidos tenía entre 40 y 69 años, el 9% tenía menos de 40 y el 20% tenía 60 o más. Entre mujeres se encuentra un patrón similar: el 65% de los decesos se produjo entre los 40 y 69 años, el 27% en los 70 y más, y el 9%, antes de los 40.
La entidad que más ha registrado defunciones por COVID-19 es el Estado de México, con 38.77%, seguido de la Ciudad de México, con 16.55%, según el estudio de la UNAM. Al 27 de mayo, la tasa de mortalidad del país era de 7.07 por cada 100,000 habitantes, lo que dio como resultado que al menos ocho entidades se ubicaran por encima de la media: El estudio señala que más del 50% de las defunciones ocurrió en unidades médicas para población abierta, es decir, de la Secretaría de Salud federal y sus delegaciones. En tanto, el Instituto Mexicano del Seguro Social (IMSS), que da cobertura de salud a más de la mitad de la población, ha cubierto el 30% de las defunciones registradas, mientras que en las unidades privadas no se tiene ni el 3% de los casos.
Fuente: Expansión
