El movimiento El Campo es de Todos señaló que el Covid-19 deja claro que más que apoyos “asistencialistas”, los trabajadores del agro requieren contar con seguridad social.
Por ello, Luis Gómez Garay, líder de UGOCP e integrante del referido movimiento exhortó al gobierno a enfrentar la etapa post Covid-19 con un “acuerdo nacional de seguridad social en el medio rural, ajeno al asistencialismo a fin de avanzar en el reconocimiento de derechos básicos universales en materia de ingreso, salud, vivienda, educación, pensión y recreación para la población que habita en el campo mexicano”.
Las agrupaciones que conforman el movimiento sostuvieron que “derechos como el de protección por riesgos de trabajo; seguros de invalidez, de vida; de vejez o por enfermedad, maternidad o cesantía, son prácticamente desconocidos para campesinos e indígenas a pesar de ser un sector estratégico para la economía del país”.
Su realidad: “se enmarca en la pobreza, el estancamiento social, la marginación y la ausencia de oportunidades para integrarse al desarrollo de la nación”, indicó Gómez Garay, quien agregó que “solo 13 de cada 100 personas cuenta con cobertura de seguridad social por el trabajo del campo”.
Al participar en el foro virtual Hacia un Acuerdo Nacional para Enfrentar la Crisis, dijo que los jornaleros agrícolas, “al ser excluidos de la seguridad social se exponen a más abusos, los cuales van desde irregularidades en el pago de sus salarios, jornadas superiores a las ocho horas, no reciben materiales y equipo de protección para realizar su trabajo, pero además viven en condiciones deplorables de hacinamiento en viviendas precarias, bodegones o galeras que usualmente les alquilan quienes los contratan”.
Agregó que además el gobierno “desapareció programas focalizados para este sector y las autoridades laborales miran hacia otro lado”. Además de que “la supuesta atención en materia de seguridad social en el campo es desarticulada, con un enfoque asistencial, de acuerdo a los vaivenes del presupuesto y por lo tanto modificables a las modas sexenales”.
Subrayó que “la poca atención a la salud hacia las comunidades rurales se caracteriza por la carencia de recursos humanos, de infraestructura hospitalaria, de equipamiento y materiales de trabajo”.
Ante la pandemia, advirtió que “la situación se agrava en el medio rural”.