El presidente Andrés Manuel López Obrador describió como “una operación de rutina”, el crédito gestionado con el Banco Mundial para luego mantenerse en su posición de no endeudar al país.
La declaración ocurre luego de que se diera a conocer que, precisamente contra la oferta reiterada de no contratar deuda, México solicitó un crédito por mil millones de dólares a dicha institución.
“Lo del crédito es una operación de rutina que se solicitó desde el año pasado como parte del manejo de las finanzas. Seguimos sosteniendo que no va a aumentar la deuda en términos reales este año, no queremos que aumente con relación al Producto Interno Bruto”.
Sin embargo, la respuesta, ofrecida esta mañana en la conferencia de prensa presidencial, transitó por varias explicaciones sin especificar las condiciones de dicho crédito:
El mandatario habló de un ahorro de 500 mil millones a partir de que Hacienda concentre fondos actualmente colocados en fideicomisos, de un incremento presupuestal de lo “destinado a la gente, al pueblo a los más necesitados”, fórmula con la que suele referirse a las ayudas sociales en efectivo y que en esta ocasión fijó el aumento en 50 mil millones.
También dijo, destinarán parte de esos recursos al mejoramiento de hospitales, contratación de personal de la salud y otros servicios relacionados.
Luego, abundó en su opinión sobre los fideicomisos, su mal funcionamiento y en el reordenamiento presupuestal para hacer frente a la crisis sin contratar créditos.