La joven Marbella Valdez fue reportada por sus familiares como desaparecida el pasado 5 de febrero en Tijuana, bastaron tres días para que su cuerpo fuera encontrado sin vida en un predio utilizado como basurero clandestino; las investigaciones efectuadas por la Fiscalía del estado, lograron determinar que su homicida asistió a su funeral y dio el pésame a la familia.
Registros fotográficos captaron al feminicida asistiendo al sepelio de la joven mientras portaba una playera con la leyenda “Ni una más”; ese día se acercó al ataúd, observó la fotografía de Marbella y le dejó flores; la familia aún no da crédito a lo acontecido.
Marbella, de 20 años, estudiaba la licenciatura en derecho en la Universidad Autónoma de Baja California, además trabajaba como despachadora en una gasolinera para ayudar a salir adelante a su familia, así la recuerdan sus compañeros de facultad, quienes se dicen horrorizados por el crimen.
De acuerdo con las indagatorias e investigaciones realizadas por la Fiscalía General Justicia de Baja California, fue en su lugar de trabajo donde Marbella habría conocido a su homicida. Desde agosto de 2019 el hombre acudía al sitio para acosarla ante las insistentes negativas de la joven.
La Fiscalía determinó que el feminicida Juan “N”, pasante de servicios periciales, no solo violentó a la joven y acabó con su vida, antes de cometer el crimen hackeó sus redes sociales e instaló un sistema de geolocalización en el automóvil de Marbella. El hombre robó además las llaves del coche y del departamento de su víctima.
Las autoridades determinaron que el teléfono celular de Marbella y el de Juan “N” estuvieron en la misma ubicación del 5 al 8 de febrero pasados.
Transcurridos tres días de la desaparición de Marbella, su cuerpo fue encontrado en un terreno baldío con signos de violencia física; su familia efectuó los servicios funerarios y fue hasta este sitio a donde acudió su homicida; el fotógrafo tijuanense Omar Martínez captó con su cámara la escena, cuyas imágenes han generado horror y consternación en la sociedad local, tras la identificación del homicida.