Después del Amazonas, la población de jaguar más importante del planeta vive en la península de Yucatán. El Presidente Andrés Manuel López Obrador planea construir el Tren Maya en esta zona. El ferrocarril atravesará el hábitat y los corredores biológicos, indispensables para la preservación de este felino, catalogado como especie en peligro de extinción.
De acuerdo con el Censo Nacional del Jaguar 2018, en México habitan 4 mil 800 de estos carnívoros y más de la mitad se ubica en la península, principalmente en la Reserva de la Biosfera de Calakmul y la Reserva de Sian Ka’an. El Tren Maya contempla mil 520 kilómetros de ruta, utilizará el tramo ferroviario ya existente que cruza por Campeche y Yucatán, y sumará la construcción de una nueva vía de más de 750 km para atravesar Quintana Roo.
La construcción del Tren implicaría edificar una barrera física dentro del hábitat del jaguar y ocasionaría problemas de introgresión genética en la especie. Debido a que los animales necesitan de un rango hogareño, un área para realizar sus actividades de alimentación como cazar presas, reproducirse y cuidar de sus crías, que en el caso del jaguar "es muy amplio, se estima entre 30 y 50 kilómetros", comenta Francisco Remolina, ex director del Área de Protección de Flora y Fauna Yum Balam y miembro del Grupo de Expertos para la Conservación de los Felinos Silvestres de México.
"Si levantamos un 'muro' que restrinja al jaguar pasar de un lado hacia el otro, vamos a provocar que este animal no pueda encontrarse y reproducirse con individuos que genéticamente son un poco más alejados a ellos. Provocaría, en un futuro, consanguinidad. Poco a poco lo podríamos orillar a que tenga menos posibilidades de sobrevivencia", afirma Remolina.
Además, la división artificial que dejaría el Tren "interrumpiría los corredores biológicos que conectan los ecosistemas de América central con la península de Yucatán", según un estudio publicado por la doctora Shelley Alexander, del departamento de Ecología Espacial de la Universidad de Calgary, Canadá. De acuerdo con registros de la Alianza Nacional para la Conservación del Jaguar (ANCJ) se han identificado 12 corredores biológicos para este animal en la península; en esta región se cuenta con 37% de corredores catalogados como Área Natural Protegida, lo que representa el mayor porcentaje en el país.
"El ambiente es muy dinámico no siempre tiene la misma cantidad de alimentos, agua o de cobertura de vegetación. El animal tiene que moverse en busca de sustento. Se requieren grandes áreas para mantener al jaguar pero la ventaja es que al protegerlo también se preservan otras especies. El jaguar es una 'especie paraguas', cubres a este felino y cubres todo lo que está debajo de ella; recordemos que hay especies más amenazadas en esa región como el pecarí de labios blancos", señala Gerardo Ceballos, presidente de la ANCJ.
Fuente: El Universal