El director general de la Comisión Federal de Electricidad (CFE), Manuel Bartlett, aclaró que las solicitudes preliminares de arbitraje que la interpuso en cortes de comercio del Reino Unido y Francia para anular distintas cláusulas de siete contratos de transporte de gas natural se emitieron como medidas cautelares espejo, luego de que las contratistas involucradas: Fermaca, Carso, IEnova y TransCanadá tomaron medidas judiciales de forma unilateral previamente y fuera de las renegociaciones de los contratos que ya habían aceptado.
Además, aseguró en conferencia de prensa que la CFE está solicitando reembolsos a las siete contratistas derivados de los cargos fijos, retrasos, paros en otros sistemas y otras sanciones, mismos que la estatal eléctrica ya desembolsó conforme a las cláusulas contractuales.
En el caso del gasoducto Sur de Texas-Tuxpan, de Infraestructura Marina del Golfo (IMG, la sociedad compuesta por IEnova y TransCanadá, este pago asciende a 899 millones de dólares.
Bartlett explicó que el arbitraje está previsto en contrato y sólo se solicitó de forma preliminar como medida cautelar conforme al derecho que tiene la empresa y siguiendo el ejemplo de las acciones tomadas por los contratistas.
"Ellos nos enseñaron el camino, optamos tomarlo", dijo.
Como ejemplo, detalló que aunque todas las contratistas aceptaron de forma pública la renegociación de los contratos, Fermaca congeló 250 millones de dólares que la CFE podía solicitar a una entidad bancaria como garantía por incumplimiento. Lo mismo hizo TransCanadá, detalló, así como el resto de las contratistas.
Sin embargo, la CFE reiteró que el gobierno no busca llegar a las instancias de arbitraje internacional sino renegociar uno a uno los contratos que sólo por cargos fijos definidos aun sin que se haya entregado un solo por cúbico de gas ya habían costado a la estatal 600 millones de dólares cuando arrancó la presente administración.
Las empresas involucradas también están dispuestas a renegociar, explicó, y detalló que de hecho ya hay fechas para reuniones introductorias con todas ellas.
Fuente: El Economista