TAPACHULA, Chis. (apro).- Un fuerte operativo policiaco-militar detuvo hoy a la caravana migrante conformada por alrededor de 500 personas centroamericanas, entre ellas muchos niños, que ingresó en la madrugada de este miércoles a Chiapas por Ciudad Hidalgo.
Entre llantos y reclamos de indignación, decenas de personas fueron subidas –a veces con violencia– en autobuses con destino a la Estación Migratoria Siglo XXI, el centro de detención migratoria de Tapachula, donde la enorme mayoría de ellos serán deportados a sus países de origen.
Tras un forcejeo con un agente del Instituto Nacional de Migración (INM), un joven terminó tirado en el piso, desmayado.
Otros tantos escaparon por los montes aledaños a la carretera –donde se encontraba un segundo cerco militar–, mientras que decenas de personas dieron la vuelta y regresaron por el camino del que venían. Varios traían carriolas con bebés.
Bajo un sol tremendo y un calor sofocante, las personas –originarias en su mayor parte de Honduras– caminaron durante horas a la orilla de la carretera que lleva a la Costa de Chiapas, bajo la custodia de agentes de la Policía Federal (PF).
Al llegar a la altura de Metepa, se percataron que cientos de agentes de la PF, Policía Militar y Secretaría de Marina les estaban cerrando el paso, mientras que las patrullas atrás de ellos les impidieron regresar.
La tensión creció hasta que los agentes del INM finalmente agarraron a varios jóvenes para subirlos con la fuerza a los autobuses; a otros los convencieron que se subieran, con la promesa de que en el centro de detención les abrirían trámites de regularización.
Este fuerte operativo ocurrió en medio de las negociaciones que el gobierno mexicano emprende en Washington con la administración del presidente Donald Trump para evitar que éste imponga aranceles sobre los productos mexicanos.
La semana pasada, Trump dio al gobierno mexicano hasta el 10 de junio para que impida que cientos de miles de refugiados centroamericanos lleguen a Estados Unidos; en respuesta, el gobierno de Andrés Manuel López Obrador informó que detuvo y deportó a 80 mil personas desde diciembre pasado.
El fuerte operativo se realizó en medio de las negociaciones que el gobierno mexicano emprende en Washington con la administración del presidente Donald Trump para evitar que éste imponga aranceles sobre los productos mexicanos.
La semana pasada, Trump dio al gobierno mexicano hasta el 10 de junio para que impida que cientos de miles de refugiados centroamericanos lleguen a Estados Unidos; en respuesta, el gobierno de Andrés Manuel López Obrador informó que detuvo y deportó a 80 mil personas desde diciembre pasado.