Durante décadas, los presidentes de México y sus familias disfrutaron de al menos cinco propiedades, quintas y mansiones veraniegas en destinos turísticos, sin transparencia sobre su adscripción administrativa y presupuesto ejercido en su mantenimiento y personal.
Este martes, el titular el Servicio de Administración y Enajenación de Bienes (SAE), Ricardo Rodríguez, dio a conocer que dos mansiones presidenciales, ubicadas en Acapulco y Cozumel, serán subastadas.
El pasado 20 de diciembre, el presidente Andrés Manuel López Obrador mencionó que eran esas dos residencias, aunque no ofreció detalles sobre sus condiciones advirtió que no las visitaría en el contexto de su renuncia a usar la hoy exresidencia oficial de Los Pinos que convirtió en museo y abrió el público desde el primer día de su gobierno.
Este martes, a la conferencia de prensa matutina asistió el titular del SAE, quien anticipó que esas dos mansiones serán subastadas, aproximadamente, dentro de un mes.
“La Presidencia, tenía casa en Acapulco y Cozumel (ahora) tendrán un destino que es la sociedad y comunidades marginadas, que ahora el presidente ha renunciado a esos lujos y se van a destinar a caminos, puentes, escuelas y hospitales”, dijo.
La subasta de las mansiones presidenciales será en el mismo procedimiento de las residencias aseguradas y en poder del SAE que se estima, se realice dentro de un mes como parte de las acciones que transforman a dicha entidad gubernamental en el nuevo Instituto para Devolverle al Pueblo lo Robado entidad esta que, aun sin marco jurídico, el presidente y su colaborador, afirman ya está operando.