Una migrante de 10 años guatemalteca murió el pasado 15 de mayo en un hospital pediátrico en Ciudad de México. Fue arrestada en el estado de Chihuahua y trasladada con su madre a la estación migratoria de Iztapalapa. Hay tres versiones sobre su fallecimiento y tres investigaciones abiertas.
Se encontraba bajo custodia del Instituto Nacional de Migración (INM) y fue trasladada al centro médico desde la estación migratoria “Las Agujas”, ubicada en Iztapalapa, en Ciudad de México. Allí falleció, alrededor de las 22.30 horas. Uno o dos días antes, dependiendo de las versionas, ella y su madre fueron conducidas a la capital desde el estado de Chihuahua en autobús. Querían cruzar a Estados Unidos, pero fueron detenidas en México, donde tampoco tenían los papeles en regla.
Eso es lo único que sabemos con certeza de la muerte de una niña de 10 años. Que estaba con su madre, quería ir a Estados Unidos, había sido arrestada en México y que esperaba, encerrada, para ser deportada a Guatemala.
Hay otras muchas cosas que no sabemos, y que las autoridades, que son las que custodiaban a la niña y a su madre, no responden.
No sabemos cuándo fueron arrestadas madre e hija. Cuántas personas las acompañaban en su tránsito. Cuánto tiempo permanecieron encerradas en Chihuahua. Quién decidió que debían ser trasladadas desde el norte hasta la capital. En qué estado se encontraban cuando fueron detenidas. Cómo llegaron de salud a Ciudad de México. Cuándo estaba previsto su “retorno asistido”, que es como se llama este proceso en la jerga de las autoridades migratorias.
Fuentes consultadas hablan de una detención masiva, de entre 30 y 100 migrantes arrestados, de diversas nacionalidades.
Fuente: Animal Político