Con una campaña propagandística y el uso de medios de comunicación públicos, el presidente Andrés Manuel López Obrador se propone demostrar que el consumo de drogas no tiene que ver “con la felicidad verdadera” y, bajo esa premisa, intentará reducir el consumo de drogas.

En conferencia de prensa, el mandatario y su vocero Jesús Ramírez Cuevas, presentaron la primera producción a la que sumarán artistas, deportistas y especialistas en distintas disciplinas, aunque no precisaron el costo de su plan.

De hecho, el presidente sólo dijo que hay una bolsa de 100 mil millones destinados a lo más necesario, incluyendo los programas sociales –con los que confía reducir también la criminalidad–, de donde se echará mano. La ambigüedad fue a más con el vocero quien dijo que, para iniciar, se destinarán 50 o 100 millones.

El presidente López Obrador llamó a la sociedad a colaborar en la difusión del mensaje que plantee como “felicidad efímera” el consumo de drogas, y que no se haga apología de las adicciones.

Según su planteamiento, el éxito de la campaña se reforzará con educación, salud y deporte.

Cuestionado sobre las series y contenidos de entretenimiento que “hacen apología de la violencia”, el mandatario se comprometió a respetar la libertad de expresión, pero advirtió que hará un mayor uso de tiempos oficiales para mostrar que las adicciones llevan a la delincuencia y a la violencia.

“No podemos combatir las adicciones con prejuicios y estigmatizando a la gente”, advirtió Jesús Ramírez, para luego ofrecer “construir puentes de diálogo”.

De acuerdo con el vocero se trata de un mensaje a escuchar en familias, escuelas, centros de salud, llamando a la civilización y a la sensibilidad.

Planteada como una estrategia, el gobierno abordará el tema en el sistema educativo y el fomento de habilidades para la vida; habrá prevención, promoción y rehabilitación de la salud mental y, comunicación e información preventiva.