José Ramón, Andrés Manuel y Gonzalo López Beltrán, hijos del primer matrimonio del presidente Andrés Manuel López Obrador, arrancan labor empresarial y lanzan al mercado “Chocolates Rocío”, en honor a su madre, fallecida en el año 2003.
A través de su portal en línea, refieren que “Chocolates Rocío” es una empresa familiar dedicada a la transformación del grano de forma artesanal, con el objetivo es crear un producto de alta calidad, “capaz de conquistar a los paladares más exigentes y competir con los chocolates más finos del mundo”.
Las plantaciones de cacao se encuentran en la finca familiar “El Rocío”, ubicada en el municipio de Teapa, Tabasco, y desde ahí se lleva el grano hasta la Ciudad de México para transformarlo en chocolate en un pequeño taller, cuidando darle el tiempo suficiente y la homogeneidad al producto para mantener siempre estándares de calidad e higiene, explican.
“Rocío es el amor de una madre que ya no está físicamente, pero que está presente en nuestra formación moral y profesional. Para nuestras plantas es esa lluvia tenue que, aunque no se nota, ayuda a su crecimiento y fecunda en ellas un cacao de calidad y único”, resaltan.
Destacan que la empresa es de las pocas que se ubican dentro de la iniciativa “Tree to Bar” (del árbol a la barra), es decir, se controla el proceso de fabricación de los chocolates desde la plantación hasta el producto final.
En la finca, añaden, se cuidan las plantas con un manejo cien por ciento orgánico, lo que los ha hecho acreedores, durante varios años consecutivos, a los certificados USDA Organic, Certificado Ecológico UE y Certificado Orgánico de SAGARPA.
“Este es el resultado de un esfuerzo por recolectar la mayor cantidad de variedades de cacao criollo en México para después sembrarlo en la Finca el Rocío, sin tener riesgo de ser polinizado por otras variedades”, señalan.
Lo anterior, “crea una rica mezcla del cacao seleccionado que nos da un resultado único en el mundo”.
“Nuestro cacao entonces podría definirse como una mezcla de cacaos criollos mexicanos de almendra blanca, con calidad de exportación y certificación orgánica”, agregan.
Abundan que posterior a la cosecha en la “Finca el Rocío”, el cacao es fermentado y secado y posteriormente enviado a la Ciudad de México para elaborar el chocolate, proceso en el que no participan intermediarios ni se compran granos, manteca ni pasta de cacao, ya que el producto, “es hecho con mucha dedicación desde el árbol hasta la barra”.
“En Rocío Chocolates tratamos siempre de hacer un chocolate auténtico. Es por eso que utilizamos únicamente dos ingredientes: Cacao Orgánico Finca el Rocío y azúcar de caña. Esto garantiza que nuestro producto no contiene trazas de leche, nueces, gluten, soya o algún otro ingrediente que podría provocar reacciones alérgicas a nuestros consumidores”, refieren.
Tampoco utilizan lecitinas ni manteca de cacao como emulsificantes lo que permite degustar el sabor del cacao en su totalidad.
Añaden que el cacao (Theobroma cacao) es una planta considerada por varias culturas como una planta sagrada y su fruto es una mazorca que contiene semillas con forma de almendra, rodeadas por una pulpa llamada mucílago o baba.
Y que básicamente existen tres familias de cacao en el mundo: el criollo que se cree es originario de Centroamérica, el forastero cuyo origen es principalmente amazónico y el trinitario que es una mezcla entre criollos y forasteros.
Aseguran que en la actualidad las familias que predominan en el mercado del chocolate son los forasteros y los trinitarios, ya que fueron las elegidas por las grandes empresas chocolateras por la practicidad y rentabilidad en su producción.
Las plantas de cacao forastero y trinitario tienden a dominar genéticamente cuando se polinizan con plantas criollas. Es por eso que cada vez es más escasa la producción de cacaos criollos en el mundo, hoy se estima es solo del 5 por ciento de la producción mundial de cacao.
“Nos gustaría describir a que sabe nuestro chocolate, que notas de sabor y olor contiene, pero creemos que cada paladar deberá juzgarlo en su experiencia”, exponen.
En su página de internet, los hermanos López Beltrán difunden fotografías de la “Finca el Rocío” e incluso, una de Gonzalo, hijo menor del primer matrimonio, exhibiendo una mazorca de cacao.