Nada peor le pudo pasar a este ladrón de 35 años de edad, quien se subió para asaltar un autobús en la Ciudad de México con la intención de atracar a los pasajeros con un arma pero su mamá estaba dentro de la unidad.
Cuando empezó a apuntarlos para que le dieran todo el dinero que llevaban encima, no se percató de que su madre se encontraba al final del autobús, mirándole furiosa.
Sin dudarlo dos veces, la mujer se quitó uno de sus zapatos y golpeó la cabeza de su hijo ante la mirada atónita de los demás pasajeros.
Los pasajeros miraban atónitos mientras la mamá golpeaba y regañaba a su hijo por intentar robar a los pasajeros del autobús, y llamó a la Policía para denunciarlo.
Asimismo, animó al resto de pasajeros a que denunciaran a su hijo, según han explicado varios testigos a medios locales.
La mujer indicó que siempre había educado a su hijo por "el camino de Dios" y no aprobaba sus actos.