Van 35 detenidos por tráfico de mujeres de Tlaxcala a EU

Por  Staff Puebla On Line | Publicado el 13-07-2022

Las autoridades de Estados Unidos han logrado asestar un duro golpe al epicentro de las redes de tráfico sexual de mujeres mexicanas.

Las bandas desarticuladas operaban principalmente en la ruta que va de Tenancingo a Nueva York, pero también lograban incursionar en burdeles de otras ciudades norteamericanas.

De acuerdo con documentos del Departamento de Justicia consultados por MILENIO, en los últimos cuatro años han sido procesados judicialmente al menos 35 padrotes y madrotas que se dedicaban a secuestrar, traficar y prostituir a niñas y jóvenes de origen mexicano.

Muchos de estos traficantes tenían su base en Tenancingo, una ciudad del estado de Tlaxcala conocida como la capital de la trata sexual de mujeres.

Los testimonios de varias sobrevivientes dejan ver el modus operandi de estas mafias criminales: las enamoraban, las embarazaban y después las amenazaban con que si no se prostituían en Estados Unidos, lastimarían a los niños que se quedaban en México en las casas de las familias de los tratantes.

En contubernio con redes de polleros, policías estadunidenses y familiares de las víctimas, las retenían en residencias en estados como Nueva York, Georgia, New Jersey y Connecticut. Numerosas historias han comenzado a apilarse en los anaqueles de las cortes norteamericanas, donde se leen testimonios como este: “Ella declaró que no quería trabajar como prostituta y fue cuando el acusado se puso violento. Fue ahí cuando su hermana también la presionó, e incluso le mostró cómo debía prostituirse. Fue ella quien le proporcionó la información del contacto de los conductores que las llevaban (a prostituirse). La amenazaban con hacerle daño a su hijo”, se dice en uno de los documentos.

Otro testimonio: “La dejó embarazada y después la convenció para que se mudara a los Estados Unidos con la promesa de una vida mejor. Dijo que primero debía ir ella y luego se uniría. Ella llegó y después él le dijo que no tenía dinero y que para pagar su ingreso a Estados Unidos debía trabajar como prostituta, si no lo hacía y le enviaba el dinero nunca volvería a ver a su hijo. Fue la hermana del acusado quien le enseñó cómo debía prostituirse”.

Las operaciones de las redes de trata continúan activas y operando desde México hasta Estados Unidos, y según las autoridades el objetivo máximo es reunificar a estas mujeres con los hijos que les arrebataron los tratantes, y que las mantienen atadas a ellos.

En documentos judiciales albergados en las cortes estadunidenses e informes del Departamento de Justicia de Estados Unidos, se encontró que de mediados de 2018 a la fecha se ha intensificado la captura de padrotes y madrotas. La mayoría de estos criminales tienen apellidos hispanos: Granados, Romero, Lomelí, Meléndez, entre otros. En muchos de los casos los tratantes son familiares de las víctimas.

Casi todos los criminales fueron detenidos en Nueva York, en donde cometieron los delitos, pues llevaban a las jóvenes a casas de seguridad en este estado o cerca de ahí. Una de las redes que desmantelaron las autoridades norteamericanas en el 2018, fue la de los hermanos Granados Rendón. Raúl, uno de ellos, era originario de Tenancingo, Tlaxcala, considerada la capital del tráfico sexual en México.

Lo paradójico de esta historia es que cuando cayó tenía una hija de 6 años. Según los expedientes, el padrote fue abandonado por sus padres cuando tenía 4 años de edad. Su padre lo dejó para irse con otra mujer, y después a su madre “no le importó cuidarlos”. Fue su abuela, una mujer amorosa y maternal, quien se quedó a su cargo. Años más tarde emigraría a Estados Unidos donde conocería a una mujer que, según él, lo inició en el mundo de la prostitución. Fue ahí donde aprendió.

Las autoridades estadunidenses revelaron que Raúl Granados Rendón junto a sus hermanos, operaron una red de tráfico sexual durante 13 años, llevando a numerosas jóvenes de México a Nueva York para obligarlas a trabajar como trabajadoras sexuales. En 2018, Granados Rendón fue sentado frente a un juez y lo aceptó: “Traje a Christina, yo y mi hermano, la trajimos aquí a los Estados Unidos para trabajar como prostituta”.

En su expediente judicial se pueden leer los abusos que cometió contra estas jóvenes que trajeron desde Tenancingo: “Después de que ella fuera contrabandeada de México a los Estados Unidos por la familia del acusado, él la convenció de que ahora debía trabajar como prostituta. El acusado solicitó la ayuda de otra víctima para mostrarle cómo vestirse y realizar actos sexuales, así como para acompañarla en sus primeros turnos de prostitución. Además de ser verbalmente abusivo, el acusado también a menudo abusaba físicamente de la joven, incluso tirando de ella por el pelo hasta el baño y metiendo su cabeza en el lavabo”, relataron durante las audiencias.

Raúl Granados fue sentenciado a pasar ocho años en prisión. Pero esta historia no terminó con él. Continúan cayendo integrantes de la red que conformaron: Jaime Granados Rendón, su hermano, fue detenido en el 2020 y su juicio con integrantes del jurado fue programado hasta enero de 2023.

Fuente: Milenio

 

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