México vive tal vez los días de más alerta desde que inició la pandemia de coronavirus hace poco más de un año. En la última semana se ha roto 2 veces el máximo de contagios diarios y las muertes ya están cerca de las 140 mil. Ante esto, la sociedad empieza a buscar soluciones desesperadas para convertir el virus, aunque no siempre resultan ser las más adecuadas e incluso pueden poner en riesgo la vida del afectado.
Una de estas alternativas que se ha hecho popular en redes sociales es el Dióxido de Cloro, sustancia que muchos usuarios aseguran, ayuda a combatir los síntomas del COVID-19. Varios testimonios en Facebook y Twitter detallan que después de inyectarse cierta cantidad, el enfermo comienza a respirar de mejor forma; sin embargo, a la postre podría dejar consecuencias fatales.
En entrevista para Excelsior, Carlos Antonio Rius Alonso, académico de la Facultad de Química de la UNAM, explicó que el Dióxido de Cloro es uno de los elementos más tóxicos para la sangre del ser humano, debido a que produce oxígeno diferente al que nosotros respiramos en el aire.
“Si tomamos dióxido de cloro aparentemente subimos la oxigenación porque el oxímetro va a marcar 100 por ciento, pero en realidad tenemos un decrecimiento en el oxígeno disponible. Y el incremento que observamos es debido a las características de medición del oxímetro, que está midiendo en forma indirecta la cantidad de oxígeno".
"Al usar de forma constante el dióxido de cloro, se afectará tanto la oxigenación del cuerpo como la función de las glándulas tiroides".
Si bien, funciona para acabar con virus en el aire o aplicado en superficies, para el organismo humano resulta ser uno de los tóxicos más importantes de los que se tenga registro.
“Se trata de una sustancia muy buena para acabar con virus, bacterias, protozoarios, o cualquier tipo de agente patógeno, pero también debido a su alta reactividad ataca las células de cualquier organismo vivo".
En experimentos hechos con ratones y monos, aplicándoles dosis pequeñas, se llegó a la conclusión de que a ambos les afectó en problemas de tiroides y cuando se le aumentó la cantidad a 100 miligramos, el 100% de los animales murió.
Fuente: Excélsior