Aeroméxico solicitó ante las autoridades laborales dar por terminados los contratos colectivos de trabajo que mantiene con la Asociación Sindical de Pilotos Aviadores (ASPA) y con la Asociación Sindical de Sobrecargos Aéreos (ASSA) debido a la complicada condición financiera por la que atraviesa la aerolínea.

En un comunicado enviado a la Bolsa, la empresa dirigida por Andrés Conesa explicó que la solicitud está motivada por la falta un acuerdo entre la firma aérea y los trabajadores, los cuales han negociado durante las últimas semanas una reducción a los salarios para poder acceder a la inversión de mil millones de dólares a la que Apollo se comprometió.

"Con base en la situación de fuerza mayor en la que se encuentra Aeroméxico, se ha solicitado dar por terminada la relación colectiva de trabajo, así como la individual con un determinado número de pilotos y sobrecargos a fin de reflejar la nueva realidad operativa de la compañía", señaló esta tarde la empresa.

Debido a su complicada situación financiera, el "Caballero Águila" se declaró en bancarrota el 30 de junio y decidió acogerse a la protección del capítulo 11 en Estados Unidos para iniciar su reestructura financiera.

Unas semanas después, Aeroméxico informó que el fondo de inversión Apollo inyectaría mil millones de dólares a la aerolínea, esto bajo ciertas condiciones que incluyeron agresivas modificaciones a los contratos de tripulaciones, así como una reducción de flota.

La aerolínea tenía hasta el último día del 2020 para alcanzar un acuerdo con los sindicatos de pilotos y sobrecargos, sin embargo, esto no ocurrió porque los trabajadores se negaron a cambiar de forma permanente sus contratos.

Después se agotó el período de gracia (siete días), tras lo cual Aeroméxico acordó una prórroga de 20 días con Apollo para lograr convencer a los sindicatos.

La aerolínea busca por todos los medios lograr disminuir sus gastos en el marco de una complicada situación financiera que la podría llegar a enfrentar un emplazamiento a huelga y afectar sus vuelos.

Esta situación ha obligado a Aeroméxico a llevar a cabo una reducción colectiva de trabajo como consecuencia de la disminución de sus actividades ordinarias.