Dos servicios en Irak no serán suficiente para evitar la deportación de un exmiembro del los Marines de Estados Unidos.
Es el destino que espera a José Segovia Benítez, un salvadoreño que llegó al país cuando tenía tres años y que sirvió cinco años en las fuerzas militares, varios de ellos en la Guerra de Irak, a donde fue enviado en dos oportunidades. Su reclutamiento fue posible porque era residente permanente.
De acuerdo con Military.com, Segovia regresó de Irak en 2004 con una lesión en el cerebro y trastorno de estrés postraumático. En los siguientes años tuvo problemas con la justicia por delitos de drogas y violencia doméstica. Agentes de ICE tomaron su custodia en enero de 2018, cuando salió de prisión.
Su deportación quedó programada para esta semana después de que el mes pasado una corte de apelaciones fallara en su contra. Segovia ha estado recluido en el centro de detención Adelanto de ICE.
Activistas de veteranos de guerra han apostado por conseguir que gobernador de California Gavin Newsom condone sus ofensas para frenar su deportación.
“En un punto fue un héroe estadounidense, y ahora es sólo un hombre de El Salvador”, dijo Brandee Dudzic, del grupo Repatriate our Patriots. “¿Cuándo perdió esa etiqueta?”.
Segovia estuvo en proceso de nacionalizarse estadounidense cuando estaba con los Marines, pero no llegó a la entrevista y su caso fue cerrado. Abogados de inmigración han dicho que se solicitar la reapertura.
Según la información, el exmilitar hizo parte de una demanda contra ICE por no recibir apropiada atención médica y de salud mental mientras ha estado detenido en una de las prisiones de la agencia.
Familiares y amigos temen por su vida a su regreso a El Salvador ya que por sus tatuajes puede ser objetivo de las pandillas.
Fuente: El Diario