Mark Anthony Soliz tenía 26 años cuando cometió una racha de crímenes durante ocho días consecutivos que incluyeron robos y dos asesinatos. Este martes, el hombre de 37 años fue ejecutado en Texas por sus fechorías en 2010, reportó la agencia de noticias The Associated Press.

Soliz mató sangre fría de un disparo a una abuela de 61 años que estaba en su casa en un paraje solitario en el norte de Texas a 48 kilómetros al suroeste de Fort Worth. Por el asesinato de Nancy Weatherly en junio de 2019, recibió la inyección letal en la penitenciaría estatal de Huntsville.

El reo fue el decimoquinto recluso ejecutado este año. La sexta ejecución en Texas y la segunda en dos semanas en el estado. Nueve ejecuciones más están programadas para este año en el estado más activo en aplicar la pena capital.

Durante una declaración final de cinco minutos, Soliz se disculpó profusamente desde la camilla en la cámara de la muerte.

"No sé si mi fallecimiento les traerá consuelo por el dolor y el sufrimiento que les causé", dijo, mirando al hijo y a la nuera de su víctima, que lo veían a través de una ventana a unos metros de él. "Estoy en paz. Entiendo el dolor que les causé a todos".

Dijo que tomó decisiones equivocadas, pero se perdonó a sí mismo y se estaba "yendo con un corazón humilde". Agregó que no sabía si los miembros de la familia de Weatherly asistirían a la ejecución, pero que estaba complacido de que lo hicieran.

"Estoy contento de haber tenido la oportunidad de hablar con ustedes", dijo.

Soliz agradeció a sus partidarios y le dijo al alcalde que estaba listo. Cuando comenzó la dosis letal de pentobarbital, volvió a girar la cabeza hacia los parientes de Weatherly.

"Espero que me perdonen", dijo.

Jadeó, resopló y pareció irse a dormir. Todo movimiento se detuvo. Dieciocho minutos después, a las 6:32 p.m., hora del Centro, fue declarado muerto.

Los tribunales de apelaciones estatales y federales y la Junta de Indultos y Libertad Condicional de Texas rechazaron las solicitudes de los abogados de Soliz para detener la ejecución, y la negativa más reciente se produjo el lunes. Sus abogados no presentaron otras apelaciones, ni ante la Corte Suprema el martes.

"He representado al Sr. Soliz durante muchos años. Todas las herramientas legales en mi disposición fueron implementadas para evitar esta ejecución. La esperanza perdura, la lucha continúa y la causa nunca muere", dijo Seth Kretzer, uno de los abogados de apelaciones de Soliz en una declaración a los medios.

Los abogados de Soliz argumentaron que padecía un trastorno del espectro alcohólico fetal, que lo dejó con daño cerebral. Sus abogados dijeron que el trastorno es el "equivalente funcional" de las condiciones ya reconocidas por la Corte Suprema como exenciones descalificadoras de la pena de muerte, como la discapacidad intelectual.

"Nuestro argumento (fue) que la Corte Suprema está extendiendo esa doctrina al síndrome de alcoholismo fetal", dijo Kretzer.

Los fiscales retrataron a Soliz como un individuo peligroso que mató a Weatherly por una "miseria de propiedad".

Kretzer había argumentado en los documentos de la corte que el consumo excesivo de alcohol por parte de la madre de Soliz durante su embarazo resultó en numerosos problemas para el recluso, incluyendo impulsividad, dificultades de aprendizaje y un coeficiente intelectual de 75 que se considera "límite". Un coeficiente intelectual de 70 o menos generalmente se considera intelectualmente deshabilitado.

El trastorno del espectro alcohólico fetal, combinado con una infancia caótica y problemática que incluía vivir con drogas y prostitución, dejó a Soliz entrando en la "vida adulta mal preparado", escribió Kretzer.

Los miembros del jurado en su juicio de 2012, así como las sentencias anteriores de la corte de apelaciones rechazaron las afirmaciones de Soliz de que sus acciones se debieron a los efectos del trastorno del espectro alcohólico fetal.

En su juicio, los fiscales dijeron que Soliz y otro hombre, José Ramos, cometieron al menos 13 crímenes en el área de Fort Worth durante ocho días en junio de 2010.

Después de disparar fatalmente a un repartidor alrededor de las 6 a.m. el 29 de junio de 2010, el dúo condujo esa mañana un automóvil robado hasta la casa de Weatherly. Los fiscales dicen que Soliz y Ramos entraron a la casa a punta de pistola y saquearon el lugar, tomando un televisor, teléfonos celulares y tarjetas de crédito.

Los fiscales dicen que Weatherly rogó por su vida y le suplicó a Soliz que no se llevara el joyero de su madre fallecida antes de que le dispararan en la parte posterior de la cabeza.

Un amigo de Soliz le dijo al jurado que éste se había jactado de haber asesinado a una "anciana" en una casa de Godley, se rio de lo sucedido y ridiculizó el acento de "mujer" de la mujer.

La policía dice que Soliz confesó haber matado a Weatherly y que las pruebas de balística y huellas dactilares también lo vincularon con el asesinato.

Ramos fue sentenciado a cadena perpetua por la muerte de Weatherly y el repartidor Rubén Martínez.

En 2002, la Corte Suprema prohibió la ejecución de personas con discapacidad mental, pero les dio a los estados cierta discreción para decidir cómo determinar la discapacidad intelectual. Sin embargo, los jueces han luchado con cuánta discreción permitir.

La Oficina del Fiscal General de Texas dijo en documentos judiciales presentados a principios de este mes que la Corte Suprema no ha declarado que las personas con trastorno del espectro alcohólico fetal están exentas de la pena capital y que Soliz no ha presentado una opinión experta que indique que está discapacitado intelectualmente.

La oficina del fiscal general dijo en su moción ante la 5ta Corte de Apelaciones del Circuito de los Estados Unidos que un detective de la policía de Fort Worth declaró que Soliz era "más sofisticado, calculado y peligroso" que su compañero Ramos y que "Soliz era la persona más peligrosa con la que él había entrado en contacto" en sus 16 años como oficial de policía.

Fuente: Telemundo