Amnistía Internacional (AI) manifestó que con el asesinato del ciudadano salvadoreño durante una operación policial en Saltillo, Coahuila, demuestra una alarmante señal del enfoque cada vez más hostil de México hacia las personas migrantes y solicites de asilo.

Erika Guevara - Rosas, directora para las Américas de Amnistía Internacional, indicó que “las autoridades mexicanas deben tratar a las personas migrantes y a sus familias con humanidad, no perseguirles o dispararles.

Dijo que cualquier muerte a manos de las autoridades debe ser investigada de cuando con el Protocolo de Minnesota sobre la investigación de muertes potencialmente ilícitas.

Guevara - Rosas abundó que se debe tener un conjunto de directrices internacionales para la investigación de muertes en las que se se sospecha la respondida de del Estado, por lo que de acuerdo con los principios de las Naciones Unidas sobre el empleo de la fuerza y armas de fuego, el uso de la Fuerza letal es legal en respuesta a una amenaza inminente de muerte o lesiones graves, pero que esta debe ser el último recurso, cuando no se disponga de ninguna otra medida alternativa.

“Las autoridades estatales de Coahuila, así como las autoridades federales de seguridad y migración de México tienen serias preguntas qué responder sobre un hombre muerto a disparos cera de su hija, (por lo que) si no pueden probar que el oficial de policía estaba reaccionando ante una amenaza inminente de muerte o lesiones graves”, expresó.

En tanto, Tania Reneaum, directora ejecutiva de AI en México, refirió que las autoridades deben llevar a cabo una investigación inmediata, independiente e imparcial sobre este terrible incidente.

“Es preocupante la creciente y constante hostilidad hacia las personas migrantes en nuestro país y el uso indebido de la fuerza por parte de los cuerpos de seguridad”, abundó.

El 31 de julio, aproximadamente diez migrantes abandonaron la "Casa del Migrante Saltillo" en el estado norteño de Coahuila para dirigirse a las vías férreas cercanas por donde pasan trenes de carga que van camino a los Estados Unidos. Según una declaración del personal del albergue, había mujeres, niños y bebés entre el grupo.

Durante la noche, agentes policiacos del Estado de Coahuila abrieron fuego y mataron a un hombre centroamericano estando su hija de ocho años cerca. La información pública basada en las declaraciones de las personas que atestiguaron lo ocurrido, señala el hecho de que agentes de la Policía Federal y del Instituto Nacional de Migración también podrían haber participado en el incidente, aunque las autoridades federales lo negaron.

Las autoridades estatales informaron a la prensa que un hombre del grupo llevaba un arma y que por su parte, oficiales "repelieron una agresión". Sin embargo, para entrar al albergue de migrantes de Saltillo, las personas son rigurosamente revisadas en busca de armas, drogas o teléfonos celulares, y tienen que cumplir con estrictas reglas de disciplina.