Frente a la escalada de violencia en México, el papa Francisco ha afirmado que el país latinoamericano está siendo castigado por el diablo. "El diablo le tiene bronca a México, es verdad. Las persecuciones a los cristianos que son persecuciones que en otros países de América no se dieron con tanta virulencia ¿por qué en México? Algo pasó ahí. Como si el diablo le tuviera bronca a México ¿no? porque si no, no se explica tanta cosa”, ha declarado el pontífice en una entrevista con el medio mexicano Televisa. Al ser cuestionado sobre el consejo que le daría al Gobierno de Andrés Manuel López Obrador para frenar la escalada de homicidios en territorio mexicano, Francisco aconsejó al mandatario concretar una política de diálogo y de pactos.
Tras esta respuesta, la reportera Valentina Alazraki le preguntó al pontífice su opinión sobre los pactos con los narcotraficantes como una alternativa para cesar la violencia en México. Francisco descartó esta opción. "A mí me suena mal. Es como si yo para ayudar a la evangelización de un país, pactara con el diablo, hay pactos que no se pueden hacer. El pacto político debe hacerse por el bien del país", declaró. No obstante, desde hace un par de años se han dado a conocer los testimonios de sacerdotes mexicanos que se han visto obligados a acudir con los líderes del crimen organizado para solicitarles un cese a la violencia en las comunidades en las que trabajan.
Durante la conversación el pontífice criticó la construcción de muros y abogó por la protección de los migrantes a nivel global. "Yo no sé qué sucede cuando entra esta nueva cultura de defender territorios haciendo muros. Ya conocimos uno, el de Berlín, que bastantes dolores de cabeza nos trajo y bastante sufrimiento... Pero el hombre es el único animal que cae dos veces en el mismo hoyo", afirmó. En su opinión, la verdadera defensa es el diálogo, el crecimiento, la acogida, la educación y la integración para las personas que se ven obligados a emigrar.
En la entrevista Francisco refrendó su rechazo sobre el aborto y los matrimonios entre homosexuales. "El aborto no es un problema religioso en el sentido que porque soy católico no puedo abortar, es un problema humano. Es un problema de eliminar una vida humana. Punto. ¿Es justo eliminar una vida humana para resolver un problema?" preguntó. En otro momento de la conversación el pontífice señaló que las personas homosexuales tienen derecho a estar en la familia pero calificó como una "incongruencia" el matrimonio homosexual.
Fuente: El País