Ya casi estamos en Semana Santa. Son días de procesiones, eucaristías solemnes y donde se combina el ayuno con las torrijas. También, son días especiales en la oración. Rezar supone uno de los vínculos que nos pueden ayudar a preparar los misterios que vamos a vivir. 

El próximo domingo es Domingo de Ramos. Los católicos vamos a recordar cómo Jesucristo llegó a Jerusalén encima de un borrico. Le vitorearon quienes, poco después, pidieron al gobernador romano, Poncio Pilatos, que lo crucificase. Este domingo tiene un doble significado, gloria y sufrimiento, y lo acompañamos desde la oración y la liturgia. 

Durante la Semana Santa, vamos a vivir liturgias muy especiales. Recordaremos la Última Cena de Jesús con sus 12 apóstoles; la traición de Judas, quien le entregó para que fuera condenado; el Via Crucis o la crucifixión. El Sábado Santo es muy solemne. La Iglesia permanece junto a María, esperando la Resurreción de Jesús...y rezando. 

¿Que oraciones podemos hacer durante estos días para acompañar a la Virgen María y vivir los misterios de la Semana Santa?

1. Liturgia de las Horas

Desde tiempos inmemoriales, los cristianos rezan la Liturgia de las Horas. Se leen varios salmos de la Santa Biblia. Esta liturgia se reza durante varias horas del día. Se lee la palabra de Dios, se pide a Jesucristo por diversas intenciones. También se reza el Padrenuestro. La Liturgia de las Horas la pueden rezar todos los fieles cristianos.

2. Rezar ante el Sagrario y el Santísimo Monumento

Son días realmente solemnes para el cristianismo. Cristo vive, está en el sagrario. Allí podemos acercarnos a orar.

Otra tradición de la Iglesia en Semana Santa, consiste en visitar, y rezar, en siete iglesias. Es una tradición que San Felipe Neri, inició en Roma en la noche del jueves santo. Se acompaña a Jesucristo, recordando su noche en el Huerto de Getsemaní. En el oficio del Jueves santo, junto al sagrario, se prepara el monumento. El monumento está al lado del sagrario. El monumento contiene las sagradas formas. Los cristianos acuden a rezar junto al monumento. La iglesia permanece abierta toda la noche.  En el Oficio del Jueves Santo se prepara la Celebración Litúrgica del Viernes Santo.

3. Santo Rosario 

El Santo Rosario cobra especial significado en Semana Santa. Al acompañar a Santa María, se recorre la vida de Jesucristo. El Sábado Santo, por ejemplo, lo rezamos esperando junto a la madre del Señor, esperando la resurrección de Jesucristo. Al día siguiente, lo rezamos con alegría, porque celebramos que Jesucristo venció a la muerte y resucitó.

4. Triduo Pascual

La tarde del Jueves Santo comienza el Triduo Pascual, con el Santo Oficio. Se prepara la Fiesta de Pascua. Se recuerda la Pasión y Resurreción de Jesucristo. El Triduo Pascual se conmemora la Última Cena, la noche de Getsemani y la Crucifixión de Jesucristo.

Jueves Santo 

En el Jueves Santo, se celebra la Última Cena, el lavatorio de los pies, la institución de la Eucaristía y la oración de Jesús en Getsemaní. Al finalizar el Oficio, el sacerdote lleva las sagradas formas al Monumento. 

Viernes Santo

El Viernes Santo se conmemora la Pasión de Jesucristo. Al comenzar, el sacerdote se postra. Los fieles se arrodillan y rezan en silencio. Se realiza la Liturgia de la Palabra. Hay una oración universal. Después se adora la Santa Cruz. Posteriormente, los sacerdotes acuden al monumento y recogen las sagradas formas.  Tras comulgar, termina el Oficio con la oración del sacerdote y todos salen en silencio. 

El Viernes Santo, también es una jornada por Tierra Santa. La colecta de este día se dedica a los Santos Lugares de Tierra Santa. En este día, la Iglesia recuerda la importancia de colaborar en el mantenimiento de los santos lugares, y las comunidades cristianas de Tierra Santa.

Vigilia Pascual

El Sábado Santo, por la noche, se celebra la Vigilia Pascual. Se conmemora la Resurrección de Jesús. 

La Vigilia comienza con la iglesia completamente a oscuras. En el atrio, en el exterior de la iglesia, se enciende y se bendice el fuego con el que se prende el Cirio Pascual. Se trata de una vela de gran tamaño, que simboliza a Cristo Resucitado. Después, se procesiona al interior del templo y comienza la Eucaristía.

Se entona el Pregón Pascual y comienza la liturgia. Se leen varios salmos y lecturas.Tras la homilía, se canta el "Gloria" y se renuevan las promesas bautismales.

Esa noche, también se administra el Bautismo a los nuevos cristianos. Después, prosigue la liturgia eucarística. Finalmente se concluye cantando el Regina Coeli, alabanza a la Vírgen María. 

5. Via crucis

quizá, al entrar en una iglesia, te has fijado en 14 cruces. Son las 14 estaciones del Via Crucis. Se conmemora el camino que realizó Jesucristo hacia el monte del Calvario. Durante aquel recorrido, coronado de espinas, y cargando la Cruz, Jesús recibió azotes e insultos. Vivió el sufrimiento de su madre, Santa María. Se cayó en tres ocasiones y recibió un paño que le entregó una mujer, que se llamaba Verónica.

Tanto en las iglesias, como de camino a las ermitas, suele haber pequeñas procesiones. Los creyentes se paran ante cada cruz, leyendo y reflexionando sobre 14 momentos que vivió Jesucristo durante aquellos trágicos días, desde la noche en Getsemaní su muerte en la Cruz.

6. Akáhthistós?

Aunque se trata de un himno que se canta durante la Vigilia de la Inmaculada, esta Salve puede ayudar a vivir mejor la Semana Santa. Se trata de un himno litúrgico dedicado a la Madre de Dios. Se canta desde hace 1.500 años y nació en el Oriente cristiano. 

Akáhthistos significa "no sentado", pues se canta y escucha de pie. El día de la Anunciación, durante la misa, se lee como el Ángel Gabriel anuncia a la Vírgen que va a ser madre de Jesús. Posteriormente, cuando Santa María y San José llevan a Jesús en el templo y les anuncian una profecía: Una espada le traspasará a la Vírgen María el corazón. Cantar el Akáhthistós en Semana Santa, es rezar con las palabras que pronunció la Virgen María. 

7. Oraciones franciscanas

"Haz de mí un instrumento de tu paz" es una oración de San Francisco de Asís. Con ella, el cristiano pide al Señor poder seguirle y se pide ser fiel a los diez mandamientos. Esta oración ayuda  seguir a Jesús, también sirve para pedirle resucitar a la vida eterna.

San Francisco, antes de fallecer, también escribió el "Himno de las Criaturas". Se trata de una oración a toda la creación. Es un himno de oración eclesial. Está presente en el Breviario de la Liturgia de las Horas. Se le da gracias a Dios por todas las criaturas, incluso por el sufrimiento y la muerte. 

8. Oraciones carmelitas

Dos santas carmelitas también pueden ayudar a vivir la Semana Santa. Santa Teresa de Jesús, por un lado, tiene varias oraciones y canciones que están presentes en la Liturgia de las Horas. Por ejemplo, "Nada te turbe, nada te espante". En otra oración decía "dadme muerte, dadme vida, dad salud o enfermedad". 

Otra santa española, Santa Maravillas de Jesús, tiene una pequeña oración "lo que Dios quiera, como Dios quiera, cuando Dios quiera". Esta oración, se puede rezar en Semana Santa de forma especial ante el sagrario durante la noche de jueves santo.

9. Cerro de los Ángeles 

Como conclusión, este año se está celebrando el centenario de la Consagración de España al Sagrado Corazón de Jesús. Durante la Semana Santa, en el Santuario, tendrán lugar varios actos propios de estos días. Entre ellos, la procesión del Domingo de Ramos. También los Santos Oficios, tanto el Jueves como el Viernes Santo. El sábado por la noche será la Solemne Vigilia Pascual. En el Cerro de los Ángeles se puede acompañar a Jesús y a la Virgen María. Una forma de vivir la Semana Santa propuesta por la Diócesis de Getafe.

10. Tu oración personal 

Sentarte en la Iglesia, o en casa, en algún lugar donde puedas hacer silencio. Abrir el Evangelio, leerlo, pensarlo: "¿Qué me quiere decir Jesús a mí?". ¿Qué quiero decirle yo? ¿qué le agradezco? ¿por qué le pediría perdón? ¿qué peticiones tendría para Él? La oración en Semana Santa ayuda a entrar en diálogo con la persona de Jesús: hablar con Él y escucharle. Más aún en estos días que vienen, donde va a hacer el mayor acto de amor que se ha hecho en la Historia: morir por nosotros, para que nosotros no muramos, y resucitar para que resucitemos con Él, demostrarnos que está vivo.