Rome Reports informa que la Semana Santa en el Vaticano recupera su esplendor tras dos años de restricciones por la pandemia.

Empezará con la misa del Domingo de Ramos en la Plaza de San Pedro, donde el Papa bendecirá las hojas de palma y los ramos de olivo que miles de peregrinos traen para conmemorar la llegada de Jesús a Jersusalén.

El año pasado, había aforo limitado, solo pudieron participar doscientas personas dentro de la Basílica de San Pedro, debido a la pandemia.

El Jueves Santo, el Papa celebrará la Misa Crismal en la Basílica de San Pedro. Luego, suele dedicar su homilía a los sacerdotes que renuevan sus votos ese día, como es costumbre.

El Viernes Santo, presidirá la liturgia que se celebra en silencio para contemplar la Pasión y Muerte de Cristo. Años antes, el Papa se postraba en el suelo de la Basílica de San Pedro en señal de penitencia, pero debido a sus recientes dolores de rodilla, no está claro si continuará con esta tradición.

Por la tarde, Francisco volverá al Coliseo, donde presidirá el Vía Crucis. Cada año, las lecturas se centran en un tema diferente, y las recientes declaraciones del Papa sobre la guerra en Ucrania sugieren que podría dar una reflexión sobre los horrores de la guerra.

La Vigilia Pascual comenzará una vez más con la tradicional procesión con velas por la Basílica de San Pedro. En años anteriores, el Papa ha bautizado a adultos, aunque el Vaticano aún no ha confirmado si repetirá este acto.

El Papa Francisco terminará la Semana Santa celebrando una misa a las 10 de la mañana en la Plaza de San Pedro ante una multitud de peregrinos. Después, impartirá su bendición Urbi et Orbi desde el balcón de la Plaza de San Pedro, rodeado de flores de Pascua.