El Sahara es el desierto más grande del mundo, su territorio se extiende por 11 países de África y su superficie es equiparable a la de China o Estados Unidos. Hoy, una nube de polvo de ese lugar está avanzando sobre la Península de Yucatán y aunque no representa un mayor riesgo para la población, autoridades recomiendan estar atentos a las indicaciones para evitar cualquier afectación.
El portal Atlantic Oceanographic and Meteorological Laboratory sostiene que este polvo "es una masa de aire muy seca y cargada de polvo que se forma sobre el Desierto del Sahara a finales de la primavera, durante el verano y temprano en el otoño, y se mueve usualmente hacia el Océano Atlántico Norte cada 3-5 días".
En tanto, el Centro Nacional para la Prevención de Desastres (Cepapred), agrega que esta nube de polvo "puede cubrir un área equivalente a la de Estados Unidos y extenderse verticalmente entre mil 500 y 6 mil metros de altura".
Aunque las concentraciones del polvo del desierto africano que llegan a México no representan un riesgo alto para la población, de acuerdo con el Cenapred, estas nubes sí pueden generar afectaciones en las personas que lo aspiran.
Al respecto, la Organización Mundial de la Salud (OMS), explica que "las partículas de un tamaño superior a 10 micrómetros no se pueden respirar y dañan solo los órganos externos (causan principalmente irritación en la piel y los ojos, conjuntivitis y mayor susceptibilidad a las infecciones oculares).
"Las partículas que se pueden inhalar, aquellas con un tamaño inferior a 10 micrómetros, en general quedan atrapadas en la nariz, boca y la parte superior del tracto respiratorio y se pueden asociar a trastornos respiratorios como el asma, la traqueítis, la neumonía, la rinitis alérgica y la silicosis.
Sin embargo, partículas más pequeñas pueden penetrar hacia la parte inferior del tracto respiratorio e ingresar al torrente sanguíneo, desde donde pueden afectar todos los órganos internos y causar trastornos cardiovasculares", señala la institución.
El polvo del Sahara no sólo puede provocar afecciones en la salud de las personas, sino también puede influir en el clima de una región, explica el Cenapred. "Al encontrarse con un ciclón tropical, el polvo del Sahara suprime las corrientes de aire ascendentes del ciclón, y los vientos horizontales que lo transportan cambian significativamente la dirección del viento en el medio ambiente. Los estudios sugieren que puede reducir la formación de nubes, por lo tanto, habría menor posibilidad de que se desarrollen los ciclones tropicales en el Atlántico", detalla.