A las medidas de higiene personal y de distancia social ya conocidas por la población desde la epidemia de gripe de 2009, el nuevo coronavirus sumó una nueva preocupación a muchos de quienes intentaban prevenir el contagio de la enfermedad: la limpieza sistemática –casi obsesiva– de picaportes, controles remotos, llaves de luz y demás superficies del hogar, además de todo lo que ingresa a él proveniente de grandes supermercados o comercios de cercanía.
Es que, según se sabía, el SARS-CoV-2 era capaz de sobrevivir en las superficies por varias horas y desde ellas, ingresar al organismo por boca o nariz por ejemplo, desde las manos de las personas.
Pero ahora, luego de analizar la evidencia científica disponible, la Administración de Medicamentos y Alimentos (FDA es su sigla en inglés) y el Departamento Norteamericano de Agricultura (USDA) aseguraron que el nuevo coronavirus no se transmite a las personas a través de los alimentos o de los envases alimenticios.
“Nuestra confianza en la seguridad del suministro de alimentos se mantiene firme. Los consumidores deben estar seguros, tras la información científica actual y en base a un abrumador consenso científico internacional, de que es muy poco probable que los alimentos que se consumen y los envases de los mismos propaguen el coronavirus ”, señalaron el secretario interino del USDA, Kevin Shea, y la comisionada interina de la FDA, Janet Woodcock.
En este punto, ambos recordaron que el COVID-19 es una enfermedad respiratoria que se transmite de persona a persona, a diferencia de los virus gastrointestinales o los transmitidos por los alimentos, como el norovirus y la hepatitis A. Si bien hay relativamente pocos informes de detección del virus en alimentos y envases, la mayoría de los estudios se centran principalmente en la detección de la huella genética del virus, en lugar de en la evidencia de la transmisión del virus a las personas.
“Dado que la cantidad de partículas de virus que, teóricamente, podrían ser recogidas al tocar una superficie es muy pequeña y la cantidad necesaria para la infección por inhalación oral sería muy alta, las posibilidades de infección al tocar la superficie de los envases o comer alimentos son extremadamente bajas” , aseguraron.
Además, considerando los millones de casos de COVID-19 que se produjeron en todo el mundo, los organismos estadounidenses comentan que no se vio evidencia epidemiológica de que los alimentos o los envases que los contienen sean una fuente de transmisión del coronavirus. De hecho, no se notificó ningún caso de contagio por esta causa.
Fuente: Infobae