El natural descontento por las multas que se impondrán a quienes excedan en Puebla capital los límites de velocidad en vías primarias (50 kilómetros) y secundarias (30 km/h), que medirán los cinemómetros, ha generado tanto ruido, que se han pasado casi por alto los argumentos sobre el beneficio colectivo que representa la regulación de la velocidad de los automotores en la ciudad. De uno y otro lado hay reflexiones que vale la pena atender, pero para ello se requiere la serenidad que tanto escasea en estos temas.