Las “cuentas” que cobran los dueños de las concesiones del transporte público en Puebla y que deben entregar los conductores al cierre de su jornada laboral aumentaron entre 40 y más de 50 por ciento tras el incremento a las tarifas.

Rutas como la 45, la 4, Loma Bella, Angelópolis, 63, 3 Zaragoza, 31A y Cree-Madero realizaron ajustes en las cuotas de dinero que deben entregar los choferes del transporte público al cierre de cada jornada laboral que, en muchos casos comienza a las 5:30 horas y termina por la noche o hasta que se junte la “cuenta”.

A partir del aumento de 41.6 por ciento al pasaje en la zona metropolitana de Puebla, los concesionarios ajustaron las cuotas que cobran a los choferes, argumentando que los recursos servirán para reparar unidades, comprar elementos del Sistema de Posicionamiento Global (GPS) y colocar cámaras de video vigilancia y botones de pánico.

La mayoría de las rutas de transporte público en Puebla operan bajo el esquema hombre-camión, es decir, un conductor maneja un camión, microbús o camioneta tipo van y, al final del día, entrega cierta cantidad de dinero al dueño de la unidad, recursos que se conocen como “la cuenta” del día.

Los choferes de las unidades de transporte público tienen como salario, los recursos que puedan juntar después de pagar la cuenta al concesionario o dueño de la unidad que ocuparon durante el día.

En algunos casos, la cuenta incluye llenar el tanque de combustible al cierre de la jornada; mientras que, en otros, el concesionario se encarga de pagar el combustible. Todo dependen del acuerdo que se establezca entre el operador y dueño de la unidad.

La “cuenta” en la ruta 4 que comunica del Hospital General del Sur al Centro de la Ciudad de Puebla, aumentó 50 por ciento y lo operadores de pagar mil 800 pesos hasta la semana pasada; ahora deben entregar dos mil 700 pesos. Durante los fines de semana, la tarifa es de dos mil 300 pesos.

En tanto, en la Ruta 45, la cuenta subió a mil 600 pesos, es decir, aumentó 400 pesos en comparación con lo que solicitaban los concesionarios antes del aumento a la tarifa del transporte público que se comenzó a aplicar el pasado sábado 12 de octubre.

De forma adicional, los choferes pueden ser sancionados por incumplir con el tiempo estimado para dar una “vuelta” completa a la ruta que deben cubrir; y, en algunos casos, deben pagar hasta 300 pesos extra sin incurren en alguna falta.

Choferes que pidieron mantener el anonimato ante el temor a represalias o a ya no contar con alguna unidad para trabajar, revelaron que el aumento al transporte público no los benefició ya que sus ingresos se mantienen sin cambios.

De forma adicional, cada minuto que llegan tarde con alguno de los checadores, los operadores deben pagar entre cinco y 10 pesos, recursos que sirven como pago para quienes tienen la función de verificar el paso de las unidades en determinado tiempo.

De la misma forma, los operadores explicaron que tanto ellos como sus ayudantes; así como el personal que labora como checadores, carecen de prestaciones y no tienen seguro social.

En caso de un accidente, los choferes solo cuentan con el seguro que tiene contratado el concesionario para la unidad para recibir atención médica. El problema se presenta cuando algún chofer se enferma porque el día que no trabaje, no entrega la “cuenta” y no percibe ingresos.

Fuente: Milenio