Así fue el adiós a Judith Abigail, víctima de feminicidio en Puebla

Por  Staff Puebla On Line | Publicado el 18-08-2019

“Si te piensas marchar, no voy a detenerte, tan sólo déjame contarte tres recuerdos que se me vienen a la mente. Si de plano sigues necia con dejarme, los besos que me diste los arranco de mi piel, te juro que lo hago aunque no lo quiera hacer”.

“Tres Recuerdos” de la Banda Los Recoditos fue la canción que familiares y amigos de Judith Abigail cantaron mientras la joven de 28 años de edad era velada en la Funeraria Latinoamericana, en Puebla. La mujer desapareció el pasado 8 de agosto y fue encontrada sin vida el vienes en Santa Cruz Alpuyeca.

Previamente se habían escuchado canciones de Los Plebes del Rancho y “Oye Mujer”, de Raymix, mientras los más de cincuenta asistentes, todos vestidos de blanco y de pie, observaban su ataúd color café que tenía arriba un ramo de rosas, y alrededor coronas y otros arreglos florales.

La música no paraba, llegaban más y más personas, entre ellas unas niñas Scouts, amigas de la hija de Judith. F

Pero cuando se escuchó “Tres Recuerdos” todos comenzaron a corear la canción hasta que les ganó el llanto y ya no pudieron continuar. Su mamá cuidaba al niño de un año que quedó huérfano, pues su progenitora se convirtió en una víctima más de feminicidio en Puebla.

Su hija mayor, de 14 años, estaba sentada y era consolada por familiares, quienes la abrazaban y le decían: “No estás sola mi niña, no estás sola”.

Las hermanas de Judith, llenas de dolor, no quisieron separarse ni un momento de su hermana y se mantuvieron al pie de féretro, mientras amigos, conocidos y familiares desfilaban para abrazarlas y darles el pésame, aunque sus palabras no lograban reconfortarlas.

De pronto, cinco hombres llegaron con vasos de plástico, agua mineral y una botella de Johnnie Walker Red Label y comenzaron a servir: ¿Alguien quiere una?, preguntaron.

La música de banda sonó un poco más fuerte, todos subieron su vaso con whisky y su mamá gritó:

“¡Aquí estamos, como lo pediste mi reina! ¡Buen viaje, mi cielo! ¡Salud!”.

Después se escuchó una porra y enseguida, nuevamente el llanto sin consuelo.

La música no paraba, llegaban más y más personas, entre ellas unas niñas Scouts, amigas de la hija de Judith.

Aunque estaban en un velorio, todos llegaron vestidos de blanco. Así se iría a la manifestación que se tenía programada para exigir a las autoridades que buscaran a Abi: “Fuerza, Abi. Te vamos a encontrar”, decían sus hermanas y madre.

Sus familiares se manifestaron frente a Casa Aguayo para exigir al Gobernador de Puebla que agilice las investigaciones. Foto: Periódico Central

La manifestación se canceló y en lugar de llegar al Zócalo, los asistentes llegaron a la funeraria, donde Abigail estaba siendo velada.

Su hija, a pesar de su corta edad, le prometió cumplir el sueño que quisieron realizar juntas: conocer París: “Llevaré a mi hermano”, escribió. También le prometió que algún día será militar, como se lo dijo.

“Ojalá pudiera devolver el tiempo para verte de nuevo, darte un abrazo y nunca soltarte. No puedo entenderlo, no puedo analizar que tú ya estás con Dios en un lugar mejor pero por qué tú, por qué tú te tenías que ir”.

Fuente: Sinembargo

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