Claudia Rivera Vivanco y el resto de los 216 ayuntamientos de Puebla, deberá presentar un informe de labores a cuatro meses de que asumió la presidencia municipal de Puebla, al menos eso dice la Ley Orgánica Municipal que no ha sido reformada, al quedar en el olvido por los legisladores locales que han privilegiado el espectáculo en el Pleno y las revanchas morenistas.
Si bien en la norma de marras, hace referencia en el artículo 110 que los presidentes municipales “al rendir su informe anual sobre el estado general que guarda la administración pública” que encabezan, en el inciso LI del artículo 90 es más específico.
“Dar lectura, en sesión pública y solemne, dentro de los primeros quince días del mes de febrero de cada año, al informe por escrito que rinda el Ayuntamiento que preside”, señala el Capítulo VIII que hace referencia a las facultades y obligaciones de los ediles y regidores.
Esta circunstancia generó que la última rendición de cuentas de los presidentes municipales que estuvieron a cargo de sus demarcaciones por más de cuatro años, lo hicieran hasta ocho meses antes de que dejaran el puesto.
Caso contrario con el gobernador del estado, que con el reformado artículo 53 de la Constitución Política del Estado de Puebla, indica que “en el año de conclusión de la administración constitucional del Ejecutivo del Estado, el informe (…), podrá ser presentado por el Gobernador dentro de los últimos quince días del mes de noviembre del mismo año”.
La legislatura actual se ha caracterizado por enfocarse a echar atrás disposiciones recientes, que en el imaginario colectivo empieza a tomar tintes de revancha, sobre todo porque no se ha cumplido a cabalidad el debido proceso.