Detrás de las rejas pasarán el Día de las Madres 14 internas que crían a sus hijas e hijos en Centros de Reinserción Social (Cereso) de Ciudad Serdán, Cholula y Tehuacán. Las cárceles poblanas para atender a los menores se enfrentaron a mala comida, sobrepoblación y espacios poco dignos.
El reporte de Menores que Viven con sus Madres en los Centros Penitenciarios del Estado de la Secretaría de Seguridad Pública (SSP) revelan que en marzo pasado la cárcel de Ciudad Serdán tuvo 11 menores, mientras otros dos casos se repartieron Cholula y uno más en Tehuacán.
La Ley Nacional de Ejecución Penal (LNEP) contempla la figura de las internas que son madres, lo que permite la crianza de sus hijos hasta la edad de tres años, a menos que sean discapacitado, lo que permite la ampliación del plazo; además, los menores en su estancia deberán de cursar su educación inicial.
MALAS CONDICIONES
El Informe Diagnóstico de las Mujeres Privadas de Libertad de la Comisión Nacional de Derechos Humanos (CNDH) del 2022 detalla que visitaron distintas cárceles de México para analizar las condiciones en las que vivieron las mujeres privadas de la libertad, como el trato a indígenas, oportunidades de trabajo, educación, sexualidad o la maternidad.
Destaca que en Puebla uno de los grupos con mayores retos al interior de las cárceles fueron las mujeres embarazadas y aquellas que criaron a sus hijos, pues “no disponen de infraestructura para la adecuada respuesta a las necesidades de las mujeres en relación con tareas como la maternidad”, identificó el organismo.
Uno de los testimonios que respaldó las carencias para madres de cárceles les dijo que “las estancias no están habilitadas para una embarazada, las bancas están muy incómodas, hay personas que duermen en el piso por exceso de personas y pudieran ocurrir accidentes. No hay ventilación, no tenemos abanicos”, relató.
