Deficiencias en la atención médica, falta de regaderas para su higiene y casi al límite para llegar a la sobrepoblación, fueron las condiciones en las que vivieron las mujeres del Centro de Reinserción Social (Cereso) de Puebla al inicio de este año.
El titular de la Secretaría de Seguridad Pública (SSP) estatal, Daniel Iván Cruz Luna, confirmó el pasado 21 de marzo que trasladaron a 144 internas del área femenil del Cereso de San Miguel a la cárcel de Ciudad Serdán, para atender los problemas de sobrepoblación del centro penitenciario de la capital poblana.
Los datos del Cuaderno Mensual de Información Estadística Penitenciaria Nacional revelan que en enero de este año se encontraron 389 mujeres recluidas en el Cereso de San Miguel, cuando la capacidad del centro penitenciario fue para 358 internas, por lo que lo superaron con 31 mujeres privadas de la libertad.
Tras el traslado al Cereso de Ciudad Serdán la población femenil de San Miguelse quedó con unas 245 internas, tomando en cuenta los registros de enero pasado, por lo que superó el problema de sobrepoblación, pero se mantienen las malas condiciones de la cárcel capitalina.
La Comisión de Derechos Humanos (CDH) de Puebla reveló en su Diagnóstico Estatal de Supervisión Penitenciaria del 2022 que visitaron el área de mujeres del Cereso de San Miguel y detectaron que una de las principales carencias fue que se tienen deficiencias para acceder a servicios de salud.
Otros problemas que hallaron en el área de mujeres de San Miguel fue que carecieron de regaderas suficientes para el aseo de las internas, aunado a que no existe agua caliente y deben usar resistencias, además no existen deficiencias en el guardado de colchonetas de la población por soldadura rotos y presencia de oxido.
