La mitad de los poblanos de la ciudad que tuvieron contacto, en el último trimestre de 2022, con algún elemento de seguridad, experimentaron un acto de corrupción, revela un estudio del INEGI.

El asunto toma relevancia luego de que el gobierno municipal dotó de cámaras portátiles a personal de tránsito para “promover el combate a la corrupción”, destacó en su mensaje el edil Eduardo Rivera Pérez.

Los datos muestran que al cierre de 2022 el 48.4 por ciento de los habitantes de la capital encuestados, que tuvieron contacto directo con autoridades de seguridad pública por incidentes de tránsito, infracciones, detenciones por riñas, faltas a la moral o administrativas, dijeron haber experimentado un acto de corrupción.

El indicador, que corresponde a octubre, noviembre y diciembre, subió 5.7 puntos porcentuales respecto del segundo trimestre del año. No obstante, el histórico muestra incidencias más altas, como la del último trimestre de 2021, que cerró con el 62.8 por ciento de personas víctimas de corrupción por agentes de seguridad.

Las cifras son, en particular, de la Encuesta Nacional de Seguridad Pública (ENSU), donde se observa que, de los años recientes, la incidencia más baja de corrupción por agentes de seguridad, incluidos los de tránsito, fue en 2020, cuando en septiembre reportó 29 por ciento de víctimas, mucho de lo cual se debe al confinamiento por pandemia.

El gobierno capitalino destacó que la inversión de las 150 bodycams, que estarán conectadas con la Dirección de Emergencias y Respuesta Inmediata (DERI), fue de 3.2 millones de pesos, las cuales estarán asignadas a elementos de tránsito y unidades de asuntos internos “para evitar la corrupción y generar confianza en la ciudadanía”.