Proyectan en Puebla el cristo más alto del mundo

Por  Staff Puebla On Line | Publicado el 25-07-2022

Juan Pablo II lo imaginó para Puebla.

El Papa esbozó que en esta tierra, que visitó en su primera gira pontifical de 1979, se erigiera un sitio para el  culto de su devoción personal: la Divina Misericordia.

La Arquidiócesis de Puebla desarrolla este proyecto como el más importante –porque espera la visita de 3  millones de personas procedentes de todo el mundo– bajo la guía del arzobispo Víctor Sánchez Espinosa.

Ya está lista la sede: el cerro del Tentzo, del Valle de Atlixco.

La pieza clave de este lugar de devoción y peregrinaje es el Señor de la Misericordia, que es la imagen de Cristo  resucitado que sostiene una mano en alto para bendecir a sus devotos.

Será la escultura monumental más alta del mundo que represente a Jesús de Nazaret, pues el Cristo Redentor,  con los brazos abiertos, que se encuentra en la cima del cerro del Corcovado en Río de Janeiro mide 38 metros  de altura, contando la base.

El Cristo de la Misericordia en Puebla, en cambio, medirá 100 metros de alto, sobre una base de 30 metros, obra  encomendada al escultor Bernardo Luis López Artasánchez.

El sacerdote diocesano Ángel Espinosa de los Monteros describe el proyecto: “Será un centro de encuentro de  fieles católicos poblanos, de México y de todo el mundo, para que tengan un encuentro personal consigo mismos, con Dios y con la naturaleza”.

Asegura que el propio sumo pontífice deseó que en la Angelópolis hubiera un centro de adoración, como ocurre  en Roma y en Cracovia, los más visitados por los fieles de todo el mundo.

Y un punto de peregrinaje para quienes siguen las recomendaciones del Papa Viajero, quien encauzó su vida  religiosa hacia el camino trazado por la devoción al Señor de la Misericordia que inició la santa que él mismo beatificó y canonizó: Faustina Kowalska.

De hecho, las acciones de su vida como Papa se apegaron a transmitir ese mensaje: es gracias a la misericordia  de Dios, al enviar a Jesucristo al mundo, que los seres humanos tenemos acceso al cuidado y bendición del  creador, detalla Giuseppe Bart, sacerdote al frente del culto a la Divina Misericordia en Roma.

Por ello, se ofrecerá un sitio ecológico para el turismo de fe que puedan visitar los devotos de esta imagen  procedentes de Puebla, todo México y el mundo.

UN ESPACIO DEVOCIONAL

En el cerro del Tentzo, este conjunto religioso tiene el objetivo de evangelizar, asegura el sacerdote Ángel  Espinosa de los Monteros.

El Señor de la Misericordia preside el lugar y un espacio especial será un rosario gigantesco para la oración y, además, habrá otro dedicado a que los feligreses “siembren” sus propias cruces.

Jardines y árboles caracterizan el sitio a fin de que el encuentro de los peregrinos ocurra también con la  naturaleza, indica Espinosa de los Monteros.

“Desde la construcción, se cuidarán las reservas naturales, se respetará la naturaleza y se promoverá el  ecoturismo y la conciencia ecológica”.

Coincide el escultor Bernardo Luis López Artasánchez con la vocación de respeto a la naturaleza.

“Además, desde la construcción, se requieren muchas manos para el trabajo, así que se beneficia a las localidades de las cercanías”.

Y ambos convergen en el impulso a la economía de estas poblaciones para la recepción de visitantes que  llegarán haciendo lo que se llama turismo de fe.

PUEBLA, UN PUNTO IDÓNEO

El turismo religioso en México representa un nicho de oportunidad, cuyo potencial aún no se ha explotado por  completo, afirma Enrique Propín Frejomil, investigador de la UNAM.

El Arzobispado mexicano reporta más de 10 mil recintos religiosos, agrega.

En el mundo se mueven al año unos 300 millones de personas para visitar algún recinto de este tipo; en México  la cifra es de 35 millones, puntualizó.

El turista religioso participa en misas, procesiones y muestra su devoción, pero además busca el crecimiento  personal, el intercambio cultural, el desarrollo espiritual y cultura general, indican las investigadoras Sandra Maribel Tobón y Natalia Tobón, Rogelio Martínez Cárdenas, especialista en turismo religioso y accesible, indica  que en estos tiempos globalizados, la religión comienza a ser que un asunto de fe pura y una oportunidad de hacer turismo.

“Quienes acuden a un evento religioso realizan actividades que benefician al comercio, independientemente de si han por fe o sólo por curiosidad”, afirma.

El sacerdote Ángel Espinosa de los Monteros indica que en Puebla los mormones erigen templos en Las Fuentes y  La Luz del Mundo posee uno en Amozoc, así que es hora de que los fieles católicos tengan un gran punto de  reunión.

Fuente: Crónica Puebla

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