Detrás de las rejas pasarán el Día de las Madres al menos seis internas de Centros de Reinserción Social (Cereso) de Ciudad Serdán, Huauchinango, Tepeaca y Cholula. Las cárceles poblanas para tener a sus hijos se enfrentaron a mala comida, sobrepoblación y espacios poco dignos.

El reporte de Menores que Viven con sus Madres en los Centros Penitenciarios del Estado de la Secretaría de Seguridad Pública (SSP) revelan que en febrero pasado la cárcel de Ciudad Serdán tuvo tres madres que criaron a sus hijos, mientras que los otros tres casos se repartieron en Huauchinango, Tepeaca y Cholula.

La Ley Nacional de Ejecución Penal (LNEP) contempla la figura de las internas que son madres, lo que permite la crianza de sus hijos hasta la edad de tres años, a menos que sean discapacitado, lo que permite la ampliación del plazo; además, los menores en su estancia deberán de cursar su educación inicial.

Detectan malas condiciones

El Informe Diagnóstico de las Mujeres Privadas de Libertad de la Comisión Nacional de Derechos Humanos (CNDH) detalla que visitaron distintas cárceles de México para analizar las condiciones en las que vivieron las mujeres privadas de la libertad, como el trato a indígenas, oportunidades de trabajo, educación, sexualidad o la maternidad.

Destaca que en Puebla uno de los grupos con mayores retos al interior de las cárceles fueron las mujeres embarazadas y aquellas que criaron a sus hijos, pues “no disponen de infraestructura para la adecuada respuesta a las necesidades de las mujeres en relación con tareas como la maternidad”, identificó el organismo.

Uno de los testimonios que respaldó las carencias para madres de cárceles les dijo que “las estancias no están habilitadas para una embarazada, las bancas están muy incómodas, hay personas que duermen en el piso por exceso de personas y pudieran ocurrir accidentes. No hay ventilación, no tenemos abanicos”, relató.

La interna también les aseguró a los visitadores que “tengo una compañera (en la celda) embarazada y no le dan alimento suficiente ya que la comida es pésima”. Durante su recorrido en el Cereso de Tecamachalco, el titular del centro les aseguró que a su llegada hallaron deficiencias en los espacios dignos de la cárcel.

Entre las carencias que documentó en Tecamachalco destacó que ubicaron a cuatro mujeres, de las cuales dos dormían en el piso y otra criaba a su hijo de menos de un año, por lo que se amplió el espacio en el que se encontraban, a la par que la madre y su bebé fueron externados de la cárcel al poco tiempo.

Este lunes el gobernador de Puebla, Miguel Barbosa Huerta, informó que el Cereso de Ciudad Serdán será reconvertido en penal femenil a fin de mejorar las condiciones de las reclusas en el estado.