El arzobispo de Puebla, Víctor Sánchez Espinosa encabezó la procesión de Domingo de Ramos después de dos años de suspensión por la pandemia de COVID-19, para después iniciar la misa dominical que da pauta a las celebraciones de Semana Santa, en donde condenó la violencia y pidió vivir los días santos con respeto.

Sánchez Espinosa lanzó sus oraciones por el agente de la Fiscalía General del Estado (FGE), José Emeterio Ortega Parra, quien perdió la vida en un operativo contra grupos criminales el pasado miércoles 6 de abril.

Resaltó que es necesario que se frene la violencia y se busque preservar la vida desde su concepción, por lo que hizo el llamado a la población a que en estos tiempos de violencia, exista la solidaridad por la defensa de la vida.

“Dios nos da la vida y Dios nos quita la vida. Por eso reprobamos toda violencia, por eso reprobamos toda criminalidad. La vida es sagrada y tenemos que cuidar la vida y la salud de nuestras familias”, acotó.

De igual manera exhortó a la población a que estos días santos sean utilizados para reflexionar y generar un cambio en los corazones, de manera que se vivan de manara pacífica y que no se tomaran como días de descontrol o de fiesta solamente.

“Que la Semana Santa, tomando en cuenta el triduo sacro, viernes santo, sábado santo y domingo de resurrección; sea más que un espacio de vacaciones… para que sea el espacio propicio para interiorizar y vivir intensamente los misterios de la muerte y resurrección del Señor en los que se sustenta nuestra fe", resaltó.

Monseñor pidió a los feligreses a mantener todas las medidas de sanidad necesarias por la pandemia en los eventos religiosos puesto que el virus continúa presente y pese a la superación de la cuarta ola es necesario cuidarse y no confiarse.